UN éxito fue la jornada del pasado día 24, festividad de la Patrona, Nuestra Señora de la Merced Coronada. Todo el jerez cofrade y el no cofrade, devotos, fieles y hasta personas que poco tenían que ver con la feligresía mercedaria, se dieron cita en la basílica durante todo el día. No me lo contaron, estuve presente y lo pude contemplar de primera mano.

Por tanto, se puede aseverar de que Jerez es mercedario en una gran proporción. Colas que llegaban hasta la ronda del Caracol y esperas de minutos hasta cruzar el cancel de la basílica y encontrarse con la Madre que esperaba ciertamente entusiasmada —aunque Ella nunca dudó de la gran respuesta de su pueblo—.

Allí reinaba Ella en medio de la basílica en una estampa única. Pocas veces hemos podido ver a la Patrona tan en la cercanía y en la casi intimidad. Todo magníficamente organizado para no crear aglomeraciones. Un equipo de priostía que dio nuevamente una gran dimensión y entrega. Todo por Ella.

Finalmente no hizo falta que la Santísima Virgen saliera en su paso a reencontrarse con el pueblo. Ella tiene el magnetismo suficiente como para atraer a buena parte de sus hijos ante sus plantas. Cuando es posible hay que estar, y cuando las autoridades dicen que no puede ser, los cofrades deben permanecer obedientes y no ver demonios donde, quizá, no los hay. No seamos ilusos y que nadie maneje a las cofradías como arma arrojadiza para sus cuitas políticas, por favor. Ya las cofradías están lo suficientemente tocadas con problemas internos como para que ahora creamos que vamos de camino al coliseo a enfrentarnos a los leones. Esa no es la verdad. ¿Hay que recordar cuando la clase política intentó quitar la festividad? ¿Pudieron llevar a cabo sus planes? Entonces seamos serios.

Además, contamos con la mejor alidada. Nuestra Señora de la Merced. Ella nunca dejará a su pueblo amordazado porque es la Reina de la Libertad. Todo llegará. Ella nos lo transmitió el pasado jueves con su mirada ¿A quién hemos de temer si Ella va con nosotros?