José / Aguilar

El mapa del olvido

La esquina

13 de noviembre 2013 - 01:00

EL secretario general del Partido Popular, y precandidato no único a la Presidencia de la Junta, José Luis Sanz, ha presentado la segunda edición de su interesante producción artística titulada Mapa de la Corrupción en Andalucía. La primera edición la lanzó en 2010, con notable fracaso de crítica y público. Como la de ahora.

No podía ser de otra manera. Ningún crítico, analista u observador de la realidad andaluza va a tomarse en serio una mercancía elaborada con tanto sectarismo y con tan poco rigor como la que ha dado a la luz Sanz. Ningún ciudadano medianamente informado, ni siquiera medianamente neuronado, aceptará así como así que le vendan una burra tan maniquea y tan manipulada. Como otras muchas gangas partidistas, convencerá a los convencidos, y nada más.

El MCA, segunda parte, ha sido elaborado por el procedimiento del tirón: los asistentes de José Luis Sanz han tirado de recortes de periódicos o de archivos digitales para sumar hasta 171 alcaldes y ex alcaldes andaluces condenados, procesados o imputados por prevaricación, cohecho, tráfico de influencias u otras modalidades de corrupción política. Dejando aparte algunos errores de bulto -como señalar en rojo la ciudad de Córdoba-, el recuento se ha hecho exclusivamente entre ediles del PSOE, como si no hubiera corruptos entre los cargos públicos del Partido Popular. Reconozcamos que los suyos son muchos menos que los corruptos del PSOE, a condición de que se reconozca que los populares controlan aquí un número muy inferior de ayuntamientos que los socialistas. A menos poder, menos posibilidades de corromperse.

Por otra parte, de los 171 alcaldes o ex alcaldes socialistas que Sanz clava en su geografía de la corrupción 117 están actualmente imputados, es decir, que de momento se encuentran amparados por la presunción de inocencia (un principio constitucional tan generoso que protege hasta a los pérfidos socialistas). Al secretario general del PP-A este detalle no le altera lo más mínimo: si han sido imputados por corrupción es que son corruptos. Solamente cuando el condenado es del PP, como el alcalde de Alhaurín el Grande, estamos ante un inocente, incluso un perseguido por motivos políticos.

Si a Sanz le preocupara de verdad la corrupción, haría un Mapa con toda la corrupción y explicaría qué hace el PP con sus corruptos. Pero la cosa no va por ahí.

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