Por falta de triunfalismo que no quede. El encuentro organizado por Yolanda Díaz en Valencia, con Mónica Oltra, Ada Colau, Mónica García, la activista ceutí Fátima Hamet y ella misma se remató con la frase para el frontispicio pronunciada por la vicepresidenta del Gobierno: "Éste es el principio de algo maravilloso".

Díaz se ve ya en presidenta del Gobierno aunque ni siquiera ha anunciado su candidatura, lo que pone de los nervios a la gente de Podemos. La han debido llenar de entusiasmo las declaraciones de Iván Redondo augurando que va a ser la primera mujer presidenta del Gobierno. Sánchez, que se entera de la misa la media, dice que cuanto mejor le vaya a Yolanda mejor para él, sin darse cuenta de que tal como van las cosas de aquí a que se celebren las elecciones lo que puede ocurrir es que Díaz saque más votos que el PSOE, que es a lo que aspiran Díaz y los grupos que apoyan su plataforma. La cosa está en veremos, aunque de la misma manera que el mejor aliado de Sánchez es hoy el PP de Casado con su crisis interna, Yolanda Díaz no advierte de que tiene ya un problema para consolidarse como alternativa: no ha resuelto qué hacer con Podemos. Belarra y Montero aparentemente están contentas con el protagonismo de Yolanda Díaz, pero en cuanto rascas un poco aparece el malestar porque ven que anda a su aire y sin contar con ellas.

Por otra parte, no advierte la vicepresidente segunda, ni tampoco el presidente, que el empeño del Gobierno en imponer iniciativas que llevan a España a la ruina, más los errores de un Casado que no acepta ninguna figura emergente, están provocando que infinidad de españoles se estén planteando alternativas que hasta ahora nunca habían barajado: optar por los partidos de implantación provincial que empiezan a organizarse bajo la bandera de lo que algunos llaman la España vacía, pero que es sobre todo la España desatendida.

Varios partidos menores se están organizando en torno a una idea que hoy no abunda, aunque debía ser prioritaria: atención máxima a los problemas reales, los que se encuentran los ciudadanos en su día a día.

Una alternativa a la forma en que ejercen su poder actualmente los grandes partidos y que atrae incluso a irredentos a votantes de izquierda decepcionados por ante la falta de denuncia, cuando no compadreo, con dictaduras como la cubana, venezolana o nicaragüense que indignan a cualquier demócrata. Indignación sobre la que debería reflexionar la comunista Díaz que proclama que acaba de nacer "algo maravilloso".

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios