El mejor remedio

2022 fue el año de menor consumo televisivo desde que las audiencias se miden como en la actualidad

A finales de febrero se darán a conocer los datos financieros de los dos principales grupos de comunicación españoles , Atresmedia y Mediaset. Entonces tendremos la fotografía completa sobre la salud del sector audiovisual en nuestro país. De momento sabemos que el año pasado Atresmedia fue el grupo líder en audiencia por primera vez en su historia, merced al excelente trabajo de sus profesionales que han convertido al grupo en La nueva 1 indiscutible del país. Y eso pese a que su principal canal, Antena 3, sólo ha crecido 0,1 puntos respecto al 2021. Parece poco, pero si se compara con los 2,6 puntos que ha perdido Telecinco , el resultado es sobresaliente. Tampoco es malo el cierre de TVE, ya que aun siendo la tercera en la clasificación , ha mejorado en 0,3 puntos su cuota , gracias al Mundial en gran medida . Pero más allá de estos datos sin precedentes desde que se inauguraran las privadas hace 33 años ; lo más relevante son los resultados en cuanto al consumo televisivo de los ciudadanos. Y aquí hay noticias preocupantes para todos.

Porque 2022 fue el año de menor consumo televisivo desde que las audiencias se miden como en la actualidad. Los españoles vimos 190 minutos de Televisión de media cada día, muy lejos de los 246 minutos del 2012, año en el que se marcó el máximo histórico. El consumo tradicional está en descenso, mientras que el llamado "consumo híbrido", es decir el visionado de televisión por plataformas digitales, internet , consolas , Chromecast… ha aumentado un 16,7% y especialmente entre los más jóvenes. Pero que nadie se deje engañar. La TV tradicional continua siendo un enfermo que goza de una envidiable buena salud, con sus tres horas y diez minutos diarios por persona.

Hay otros datos dignos de atención. Según un análisis de la consultora Barlovento, en 2013 entre las 22.15 y las 22.30, se contabilizaban 18,2 millones de telespectadores y en 2022 fueron 13,6 millones. Es decir, en una década, la Televisión tradicional ha perdido 4,6 millones de espectadores en el cuarto de hora de máximo consumo. Aumenta la competencia, disminuye el consumo, envejece la audiencia... Parece la tormenta perfecta, pero con la actualidad como contenido exclusivo frente a las plataformas, la TV en abierto tiene el liderazgo como presente, y el futuro de quienes saben adaptarse a los cambios. Y a eso nada le gana a la televisión gratuita, porque su fórmula de trasmitir la vida en directo continúa siendo el modo más eficaz de combatir la soledad.

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