Mon petit amour

31 de diciembre 2025 - 03:07

Entre las películas que Brigitte Bardot rodó en Andalucía, casi nadie –que yo sepa– se ha acordado de La mujer y el pelele, que Julien Duvivier rodó en Sevilla durante la Feria de Abril de 1958. Algunos de nosotros teníamos noticia de esa película –está disponible en YouTube– porque Joan de Sagarra nos contó una historia en el pub Flaherty’s, que estaba en la calle Alemanes de Sevilla y que ahora ya ha desaparecido. Sagarra, con su Jameson a mano, nos contó que acababa de leer las memorias de Brigitte Bardot. Y la actriz contaba que durante el rodaje se había hospedado en el hotel Cristina (también desaparecido) y allí había vivido una historia de amor con un chico muy guapo que era aún más joven que ella y que trabajaba de conserje en el hotel. El chico se llamaba Xavier (Sagarra pensaba que la Bardot había traducido Javier al francés). En aquel momento, Brigitte Bardot era una de las mujeres más deseadas del mundo, así que su historia de amor con un humilde conserje sevillano no era poca cosa. Al cabo de unos días, Sagarra contó la historia en una de sus crónicas de El País. La crónica terminaba con esta frase: “PS. ¿Dónde andará el tal Xavier?”

Dos o tres semanas más tarde, sonó el teléfono.

–¡Ha aparecido! –dijo una voz que enseguida identifiqué con la dicción jamesoniana de Joan de Sagarra.

Por supuesto, no tenía ni idea de lo que me estaba diciendo.

–¿Quién ha aparecido?

–El de Bardot en Sevilla. El afortunado. ¡Imagínate!

El caso es que el afortunado había leído la crónica y había llamado al periódico. Después fue a comer con Sagarra y le contó la historia. No era andaluz, sino catalán, y se llamaba Xavier de Caralt i Regàs (por lo visto, en 1958 ya existía el cupo catalán, amigos). Cuando tenía 20 años, estaba en Sevilla trabajando de recepcionista en el hotel, que era de su tío, y efectivamente tuvo una historia de amor con la actriz, que le llamaba “mon petit amor” y se hospedaba en la suite 417. Los dos fueron muy felices durante todo el tiempo que estuvieron juntos.

Cuento esta historia ahora que han muerto Brigitte Bardot y también Joan de Sagarra y su mujer María Jesús, que oyó contar la historia en el Flaherty’s, y quizá –ojalá no– el propio Xavier. Puede que ellos estén muertos, pero uno piensa que esta clase de historias no mueren ni morirán jamás. Feliz año, amigos.

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