David / Fernández / Director De / Diario De Jerez

Hay motivos

Notas al margen

03 de agosto 2014 - 01:00

CUÁL es el plan de Jerez? ¿Qué queremos ser cuando salgamos de esta crisis que llega a ser tan profunda que casi nos negamos a nosotros mismos? ¿Será la ciudad del vino, del flamenco o quizá una ciudad que despunte en el sector agroalimentario? Este es sin duda el mayor desafío al que nos enfrentamos, y en particular el gobierno que preside la alcaldesa María José García-Pelayo a corto y medio plazo: hay que trazar un plan de futuro para frenar la fuga de jóvenes. Y ha de resultar creíble, porque no va a ser fácil convencerles de que merece la pena quedarse. Basta un paseo por los institutos y por el campus universitario para comprobar que la mayoría piensa hacer las maletas porque cree que no tendrá una oportunidad de labrarse su porvenir en Jerez. Por tanto, es obligado que la administración y la sociedad en su conjunto seamos capaces de ofrecerles motivos para que no se resignen a volar para no volver jamás, nada más aprobar la Selectividad.

Cuando JFK anunció su objetivo de conquistar la luna en el plazo de una década, muchísima gente llegó a pensar que estaba loco, pero despertó tal ilusión que cambió la vida de EEUU al cumplir un sueño. Al tiempo, logró encontrar la solución para relanzar la economía de su país. Salvando las distancias, por supuesto, el Ayuntamiento tiene por delante la misión de abordar las cuestiones fundamentales que afectan a los jerezanos, y conocer qué es relevante para ellos y su entorno es el primer paso. La alcaldesa y su equipo no se pueden conformar con aplicar políticas austeras porque es algo que va de suyo. Lo que de verdad espera una sociedad de sus representantes, sobre todo en estos tiempos tan convulsos de desilusión y de crisis, es que lideren el cambio desde el talento y el esfuerzo diarios.

Una ciudad sin relato es una ciudad sin rumbo y sin identidad, una ciudad perdida, cainita y que acaba por machacar a todo aquel que se atreva a destacar o pensar distinto. Y qué duda cabe que desde que la tierra ha temblado bajo el Estado del bienestar, la incertidumbre y la desorientación han ganado terreno. Por ello hay que cimentar un futuro desde la reconquista de la ilusión y la competitividad perdidas. A la decadencia no se le gana la partida con políticas cortoplacistas. Hay que pensar con las luces largas puestas y apartar la demagogia y la bronca política. El Partido Popular tiene la oportunidad de invitar a los jerezanos a pensar que se puede renovar la ciudad con tesón y empuje y contando con todos. Ahí está el consejo social. Pero antes ha de analizar nuestras fortalezas y detectar las debilidades de la mano de todos los agentes sociales y sin ningunear a la oposición. Tendrá que ser generoso en extremo y no conformarse con la idea de que ganará el tuerto en el país de los ciegos. Ahora que algunos indicadores apuntan a una recuperación de la economía es el momento de que el PP demuestre su ambición para impulsar su proyecto de Jerez, dando forma a las aspiraciones y los deseos de todos los jerezanos. La pregunta es: ¿cuál es el plan?

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