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La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Ni yunque, ni pluma, ni libro

Se ciegan las salidas profesionales de una carrera para eliminar la titulación porque carece de futuro laboral

El acoso al grado de Historia del Arte hasta disolverlo, del que ayer escribía el compañero Tacho Rufino, viene de lejos. Y, como siempre que se recortan las Humanidades y la Cultura Clásica, con sello socialista. El primer arreón se produjo en 2005, gobernando Zapatero. El segundo ahora, gobernando Sánchez. Se ve que el PSOE dejó muy atrás lo del yunque, la pluma y el libro, su símbolo hasta que en 1977 fue sustituido por el puño y la rosa. No solo representaba la unión del trabajo físico e intelectual sino la necesidad de impulsar la formación de la clase obrera siguiendo la famosa demanda de los tres ochos presentada por Pablo Iglesias en 1890: 8 horas de trabajo, 8 de descanso y 8 de ocio y formación.

El interés del PSOE por la educación se acrecentó, como escribe Luis Martín en Fuentes para el estudio de la educación del obrero en el socialismo español (1879-1936), cuando a principios del siglo XX "el ideario pedagógico socialista recibió una clara impronta institucionista". Tanto en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza como en la prestigiosa Revista de pedagogía, publicada entre 1922 y 1936 y dirigida por el gran pedagogo socialista Lorenzo Luzurriaga, responsable del programa educativo del PSOE, colaboraron, junto a pedagogos institucionistas de gran prestigio como Ángel Llorca, los socialistas Julián Besteiro, Rodolfo Llopis, Fernando de los Ríos, Fernando Sainz, Antonio Ballesteros, Juan Comas, Dionisio Correas o Manuel Alonso Zapata. Era un PSOE a años luz del actual.

En 2005 la subcomisión del Consejo de Coordinación Universitaria propuso eliminar del catálogo de estudios superiores las titulaciones en Humanidades, Historia del Arte e Historia y Ciencias de la Música (bien día hoy, Santa Cecilia, patrona de los músicos, para recordarlo) aduciendo que "los nuevos títulos de grado deben ser relevantes socialmente y con una adecuada inserción laboral". En esas estamos dieciséis años después. Por lo visto, como se dijo en 2005, la Historia del Arte, además de no ser socialmente relevante, es una fábrica de parados. Y lo mismo dirán de la Cultura Clásica, el Latín y el Griego.

Interesante y desde luego eficaz estrategia: se ciegan las salidas profesionales de unas carreras reduciendo su presencia en los planes de estudio para después eliminar la titulación porque no permite una adecuada inserción laboral. Una obra maestra del cinismo.

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