Cuadrar el círculo con Ucrania

Editorial

La guerra actual impide acceder a la petición ucraniana. Pero como contrapartida se han anunciado acuerdos para blindar la seguridad del país

15 de julio 2023 - 00:00

A nadie se le escapa que Rusia nunca aceptará que la OTAN siga ampliando su estructura en más países fronterizos. Y más en el caso de Ucrania, la nación que ha invadido con la intención inicial de anexionársela total o parcialmente. De ahí los juegos malabares que se han observado en la reciente cumbre de la organización militar y de los países más industrializados del mundo, el G-7, que se ha celebrado esta semana en la capital de Lituania. Por un lado, parece evidente que la OTAN no puede acceder a cursar la invitación oficial que reclama el presidente Zelenski en el escenario actual. Sería como aprobar la entrada en conflicto bélico con una potencia nuclear, el anticipo a desencadenar la temida Tercera Guerra Mundial. Una amenaza más que recurrente a la que acuden algunas autoridades rusas. Pero tampoco se puede aceptar que un autócrata imponga sus condiciones sobre un Estado soberano, incluidas las relaciones internacionales. Así que se ha optado por un punto intermedio. La guerra actual impide acceder a la petición ucraniana. Pero el aplazamiento se ha combinado con una serie de acuerdos bilaterales de distintos países, entre ellos España, en materia de seguridad para escenificar el compromiso. Un mensaje dirigido a Putin: en ningún caso decaerá la ayuda militar aunque el conflicto amenace con enquistarse en el tiempo y puedan aparecer síntomas de fatiga. Ucrania se ha convertido en un símbolo que es necesario blindar para que nunca más puedan repetirse tentativas similares. Por eso también hay que saludar el anuncio del Gobierno español de que enviará más tanques y vehículos pesados a los ucranianos. Así como la determinación de reforzar con 800 militares más las defensas de la OTAN en el Este europeo, en concreto en Eslovenia y República Checa. Los últimos movimientos rusos invitan a la alerta. No queda más alternativa. Conjugar la máxima firmeza y esquivar el callejón sin salida.

stats