Un respiro para Doñana

Por fin una buena noticia para Doñana. La Junta de Andalucía ha anunciado la compra de 7.500 hectáreas al sur del Parque Nacional, la mitad de ellas, unas 3.500, inundadas por la instalación de piscifactorías. El objetivo es mantener este humedal, vital para que las aves regresen cada año a la mayor reserva de biodiversidad de Europa. La compra de Veta la Palma, en el término de La Puebla del Río (Sevilla), una operación valorada en unos 70 millones de euros, va a suponer la ampliación más importante de la superficie del Parque que se acomete desde 1978. La finca ha sido propiedad hasta ahora de la empresa Hiparroz, integrada en el Grupo Herba, de la familia Hernández, y estaba explotada con exigentes criterios medioambientales y de sostenibilidad, lo que ha facilitado la operación. En medio de las polémicas que durante los últimos años han afectado a Doñana, la compra de Veta la Palma, anunciada el martes por el presidente Juanma Moreno, es un paso adelante para asegurar el equilibrio en una zona sometida a múltiples amenazas. Evidentemente, no soluciona todos los problemas a los que se enfrenta el Parque Nacional, la mayor parte de ellos derivados de la prolongación de la sequía y de los efectos del cambio climático, además de la sobreexplotación agrícola y turística. Doñana es un activo medioambiental cuya importancia traspasa las fronteras de Andalucía y de España. La comunidad científica y las principales organizaciones ecologistas del mundo tienen sus ojos puestos en lo que pase en este espacio natural. Por ello, y por otras muchas evidentes razones, Doñana debería estar fuera de estériles polémicas políticas como la que se produjo a las puertas de las dos últimas convocatorias electorales y esa es una exigencia que cabe hacer tanto al Gobierno central como al andaluz, obligados a colaborar para evitar el deterioro de un espacio único. Actuaciones como la compra de Veta la Palma van en esa línea y deben ser apoyadas sin reservas.