En 2021 se celebra el tercer año santo compostelano del siglo XXI, que el Vaticano ha ampliado al 2022 debido a la actual pandemia. Durante estos períodos la Iglesia concede indulgencias especiales a cuantas personas visiten la catedral de Santiago con sentido cristiano. Es una celebración que multiplica la presencia en la ciudad gallega de Compostela de gentes procedentes de toda España y, secundariamente, de otros países del mundo.

El símbolo del año santo, también denominado año jubilar compostelano o simplemente jubileo compostelano, es la Puerta Santa de la catedral santiaguesa. Su apertura cada 31 de diciembre previo al mismo anuncia su inicio. Y su cierre en la misma fecha del año siguiente, supone su final. Una de las escasísimas excepciones a esta duración, sucede justo en 2021, al permanecer abierta durante dos años seguidos, hasta el 31 de diciembre de 2022.

En todo caso, y en contra de lo que se suele creer, los peregrinos que visitan la basílica compostelana durante un año santo no necesitan entrar en ella por su famosa Puerta Santa. Para ‘ganar el jubileo’, que es como se denomina al hecho de participar en esta celebración, la Iglesia compostelana solo exige los siguientes requisitos: visitar la tumba del apóstol Santiago en la catedral, rezar en ella alguna oración, confesarse -se puede hacer quince días antes o después en cualquier templo- y comulgar.

Se puede ganar el jubileo llegando por el Camino de Santiago a pie, en bicicleta o a caballo, pero es igualmente válido viajar en cualquier otro medio de transporte. En consecuencia, tampoco es necesario obtener la Compostela, el certificado de haber peregrinado por el Camino que concede la basílica santiaguesa desde hace siglos.

El año santo o jubileo compostelano tiene un origen discutido. La Iglesia local sostiene que surgió a comienzos del siglo XII, gracias a una primera concesión del papa Calixto II. Pero las investigaciones más contrastadas retrasan su inicio hasta principios del siglo XV, a imitación del año santo romano, instituido en 1300 por el papa Bonifacio VIII. Su objetivo fue ampliar la afluencia de peregrinos a la urbe compostelana. Y es, por tanto, muy posterior al origen del Camino de Santiago, que se remonta al siglo X.

El Xacobeo, una iniciativa civil

No se puede confundir esta celebración religiosa con el hoy popular Xacobeo. El Xacobeo -en origen, adjetivo en gallego relativo al apóstol Santiago, del latín, Iacobus/Sant-Iacob- nació como una marca promocional del Gobierno de Galicia para el jubileo compostelano de 1993. Su objetivo era beneficiarse de la mayor afluencia propiciada por los años santos para incrementar ésta aún más y difundir la cultura y el turismo gallegos hacia el exterior. Al mismo tiempo, se aprovecharon los recursos extra aplicados al evento para iniciar la recuperación del Camino de Santiago en Galicia, pues contaba cada vez con más peregrinos extranjeros y españoles -nada comparable con las cifras posteriores- pero carecía de casi todo tipo de servicios.

El éxito de aquel primer Xacobeo, el Xacobeo 93, llevó al Gobierno autonómico a convertir en permanente la atención al Camino y a mantener este proyecto promocional en los siguientes años jubilares compostelanos, a los que denominó, sucesivamente, Xacobeo 99, Xacobeo 2004 y Xacobeo 2010. El actual prolonga, actualizada, esta marca: Xacobeo 21-22.

El eco obtenido por la programación civil del jubileo compostelano ha llevado a que algunas personas digan erróneamente que van a ‘ganar el Xacobeo’ o que van a acudir a Santiago al ‘año Xacobeo’ -lo jacobeo es atemporal- e incluso al ‘año santo Xacobeo’. Sí es admisible, aunque no oficial, la expresión ‘año santo jacobeo’.