Juan Ramón Medina Precioso

El indulto a Puigdemont

La tribuna

Tanto Sánchez como Iceta y Yolanda siguen creyendo que la mejor política es pactar con los separatistas y obviar el hecho de que exhiben la voluntad manifiesta de volver a delinquir

El indulto a Puigdemont
El indulto a Puigdemont / Rosell

13 de julio 2023 - 00:45

Al poco de que el Tribunal General de la Unión Europea desestimase el recurso que había presentado contra la decisión de retirarle la inmunidad propia de los eurodiputados, Puigdemont declaró que ciertos socialistas le habían ofrecido indultarlo si se ponía a disposición de los jueces españoles. El ya no inmune separatista pretendía escandalizarnos denunciando que los gobernantes socialistas lo indultarían. Sorprendentemente, los portavoces socialistas han desmentido esa oferta. Digo sorprendentemente por dos motivos. Primero, porque el propio ministro Iceta lo había propuesto públicamente en varias ocasiones. En su opinión, indultar a los separatistas sentenciados a prisión, incluido Puigdemont, era necesario para pacificar Cataluña. Segundo, porque justo eso, indultar a los separatistas condenados, empezando por Junqueras, era lo que había hecho el gobierno presidido por Sánchez. Y no solo lo había hecho, sino que había proclamado los excelentes resultados que esa política de desinflamación estaba rindiendo en Cataluña. No voy ahora a discutir si el patente desánimo de los separatistas se ha debido a los indultos y la derogación del delito de sedición, o si más bien al hecho de que ningún país (en particular ningún país europeo) apoyase su declaración de independencia, muchos de los separatistas colaborasen en la aplicación del artículo 155 de la Constitución, la justicia diese una respuesta contundente a los entonces sediciosos y el rey pronunciase un enérgico discurso en apoyo de la unidad de la nación española. Tengo para mí que importó más el obvio fracaso nacional e internacional de la intentona separatista que los posteriores pactos de los socialistas con los separatistas. Tampoco voy a comentar que la política de desinflamación no ha evitado que tanto Izquierda Republicana de Cataluña como Juntos por Cataluña sigan pidiendo un referéndum de segregación exclusivamente catalán, ni que a esa propuesta se hayan sumado los Comunes de Cataluña, integrados en Sumar. Nada de eso me sorprende, pero me desconcierta que los dirigentes socialistas nieguen la oferta de indultar a Puigdemont. ¿Por qué lo niegan? ¿No eran ellos mismos los que predicaban las virtudes de los indultos? ¿No han sido ellos mismos los que han indultado a los encarcelados, derogado la sedición y abaratado la malversación si se hace con fines políticos? ¿Es que han llegado a la conclusión de que esas iniciativas no eran, después de todo, acertadas? Yo no lo creo. Estoy convencido de que tanto Sánchez como Iceta y Yolanda siguen creyendo que la mejor política es pactar con los separatistas y obviar el hecho de que delinquieron y de que exhiben la voluntad manifiesta de volver a delinquir en cuanto las circunstancias les parezcan oportunas. Así que negar la oferta de indultar a Puigdemont roza el infantilismo político y constituye un fútil ejercicio de lo que lo juristas llaman ir contra los actos propios. Lo más coherente sería que las autoridades socialistas, empezando por Iceta, proclamasen que, en efecto, si Puigdemont fuese juzgado y condenado, recibiría el mismo indulto que recibió Junqueras. Y no solo sería lo más coherente, sino también lo único creíble. Porque al igual que todos sabemos los socialistas pactarán con Bildu para asegurarse el gobierno de Navarra, todos sabemos que, llegado el momento, indultarían a Puigdemont. Y no lo sabemos porque seamos muy malpensados, sino porque es lo que han venido defendiendo desde el mismo momento en que apoyaron aplicar el 155 a la gobernación autonómica de Cataluña. Todos menos el ex presidente Montilla, que abandonó la sesión del Senado para evitar mancharse con un voto favorable al control transitorio de las instituciones catalanas. Es completamente inútil que se desentiendan de un posible indulto a Puigdemont los mismos que han defendido y aplicado los indultos a los separatistas condenados, derogado la sedición, pactado una ley para evitar que se enseñe en castellano en las escuelas catalanas y llegado a acuerdos con partidos, como los Comunes e IRC, que defienden el referéndum de segregación. A lo hecho, pecho, que no porque estemos en campaña electoral vamos a olvidar cual ha sido la política socialista ante el separatismo: despenalizar y pactar. Pretender cualquier otra cosa es insultar a la inteligencia de los españoles. Y si ellos creen que es la mejor política, lo racional sería seguir defendiéndola con todas las consecuencias también ahora, aunque estemos en campaña. ¿O es qué ahora lo dudan?

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