El Palacio de Riquelme

María Bejarano Gallegos

11 de septiembre 2025 - 18:03

Pues sí, es una realidad. El Palacio de Riquelme ya tiene una parte rehabilitada, y parece que con acierto. Como vecina me acerqué el día que se abrieron las puertas. Después de muchos años sufriendo y temiendo que ese día no llegase nunca, durante meses hemos visto y oído las obras, por la cercanía.

Cuando el 22 de julio entré y pisé las primeras losas, me emocioné. No sé qué me pasó, que en el trayecto hasta el patio donde esperaban los demás invitados al acto, no veía nada, las lágrimas no me dejaban. Fueron unos segundos, me pasaba algo, que al principio no sabía explicar, hasta días después no entendí la sensación. Sentí como si mi marido Agustín Pérez me hubiese acompañado en esos momentos.

Él ya no está para verlo, pero no ha sido en vano su interés durante tantos años, preocupándose y sufriendo la degradación a la que había llegado el palacio por diferentes razones, sin que nadie pusiese remedio. En dos ocasiones lo hemos visto tan mal que pensamos que llegaría a una ruina total, un solar.

En múltiples ocasiones se pidió ayuda al Ayuntamiento, cuando incluso la puerta estuvo abierta mucho tiempo, pero nunca podían actuar, ya que el edificio tenía un propietario.

En San Mateo, algunos vecinos y vecinas recordaban cómo era hace muchos años. Una querida vecina del barrio, Victoria Prieto, que falleció en 2022 a los 96 años, recordaba cómo era la vida en 'La Casa de la Condesa' como se le ha llamado siempre por aquí. Ella contaba que cuando era niña, se celebraban fiestas y bailes, y venían carruajes con los invitados vestidos de gala.

Los vecinos se acercaban para verlos llegar, y por la puerta abierta se veía el patio iluminado y se oía la música. Victoria, que entonces era una niña, recordaba los maravillosos trajes que llevaban las señoras. Para los que se acercaban, sobre todo los niños, aquello era algo fabuloso, extraordinario e inalcanzable para ellos que eran en su mayoría muy pobres.

Paso el tiempo y la condesa se fue del barrio, los siguientes años los pasó viajando o en el hotel Los Cisnes, también desaparecido.

Los años que siguieron se mantuvo habitada solo por unos guardeses y algunos familiares de estos, aunque habían sido avisados de que tenían que abandonar el edificio. Unos años más tarde fueron desahuciados definitivamente. El barrio entero se echó a la calle en defensa de la familia.

Tras este episodio, quedó cerrado durante unos años. A veces, entraban a robar, aunque los dueños estaban pendientes y volvían a cerrar.

En esos años lo alquilaron por unos días para rodar la película 'Carne de Horca', en la que los mayores del barrio contaban haber participado.

El rodaje de la película lo han recordado siempre, el protagonista era el actor italiano Rossano Brazzi, muy famoso en esos tiempos.

Y así siguieron pasando los años, y creo recordar que fue a mediados de los años 60, cuando doña María Luisa Beltrán de Lis lo alquiló y restauró para vivir en él, se gastó una fortuna, que había heredado de su suegra doña Petra de la Riva. Ella y sus hijos vivieron en el palacio durante varios años, que había quedado completamente restaurado. Pero al marcharse a vivir a Sotogrande empezó la peor época.

Ya nadie se ocupaba de la seguridad del edificio, empezaron los robos, se lo llevaron todo, lo destrozaron todo, no respetaron nada, la puerta quedó definitivamente abierta. Se escondían alijos de otros robos. En una hermandad robaron la corona de la Virgen, el manto y enseres de plata y la policía los encontró ahí. Hubo otro robo en el Palacio de Benavente y también terminó ahí todo lo robado.

Por aquellos años en que el edificio era prácticamente un solar, nuestro querido vecino Benito Fernández 'El Cochero' decidió utilizarlo para guardar sus caballos, puso una cerradura y durante años el deterioro se ralentizó, porque solo entraba él y cuidaba de que nadie lo hiciera.

Años más tarde, el Ayuntamiento, no sé cierto si lo compró o lo expropió, pero ya permaneció cerrado, aunque el destrozo ya hecho había sido enorme.

Durante todos estos años se habló de múltiples usos posibles, aunque nunca se llegaba a ningún acuerdo, ya que la restauración se hacía imposible.

Una de las ideas más interesantes fue la propuesta del propietario de las Bodegas Tradición, Joaquín Rivero. Tuvo varias reuniones con la alcaldesa Pilar Sánchez para instalar su pinacoteca, corriendo él con los gastos de la restauración completa, pero no se llegó a acuerdo. En esos días vi al delegado de Cultura y le pregunté si habían llegado a un acuerdo con Rivero, me dijo que no, que Rivero no ofrecía nada que pudieran aceptar. Entonces me pregunto: “¿Cuánto cree usted que vale el palacio?" Yo le contesté sin pensarlo siquiera: “Un euro, porque él lo va a rehabilitar y ahora es una ruina y en pocos años no será nada". Creo que mi respuesta no le gustó y de nuevo nos tocó esperar.

Ahora, por fin, hemos conseguido lo que durante tanto tiempo hemos perseguido, que se ponga en valor este edificio, que vengan visitantes interesados en conocerlo, aunque quede mucho por hacer, que se conozca su historia, desde su construcción con conferencias sobre la actual restauración. Se está viendo por fin entrar la luz donde antes solo había oscuridad.

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