
La tribuna
Javier González-Cotta
Srebrenica, año treinta
Ya está en las librerías la quinta entrega de la exitosa Serie del Inspector Castilla, de los escritores Ramón Clavijo y José López. En ella el perenne y contradictorio inspector, y su inseparable y brillante subordinado Romero, nos acompañan en un apasionante viaje a aquellos tiempos de hierro de la Historia de España, tal como fueron los cuarenta del pasado siglo, y a este thriller a la jerezana que relata la crónica negra de la ciudad en apasionantes episodios. Los protagonistas toman el centro de la acción: los estudios psicológicos que los autores hacen de estos personajes potencian el drama en el que están inmersos.
Es, además, la apasionante crónica de un tiempo reciente ya pasado; un escenario urbano bien reconstruido, un collage de personajes reales que se mezclan con ficticios y que reviven en esta última novela policíaca de la serie un episodio memorable para nuestra gris ciudad: la visita en junio de 1948 de Alexander Fleming, el descubridor de la penicilina, el Premio Nóbel héroe de la ciencia. Esta egregia figura tiene, con todo, una ideología muy controvertida para el monolítico Franquismo, su adscripción a la masonería y al liberalismo. ¿Cómo puede maridar el régimen que persigue el contubernio “judeo-masónico” esta prestigiosa visita académica con sus principios genéticos? ¿Es posible que el totalitarismo ibérico pueda mostrar una cara más amable ante unos potenciales aliados occidentales en los inicios de la Guerra Fría? ¿Supone una posibilidad para salir del aislamiento internacional?
Lo cierto es que la llegada del sabio universal a esta modesta ciudad provinciana del sur, obliga a intervenir con decisión y tacto al solitario y desengañado inspector Castilla, junto a su siempre fiel, racional, equilibrado y paciente Romero; un reto. El binomio “cervantino” de agentes tendrá que lidiar con monárquicos que anhelan la vuelta del eterno pretendiente Borbón, peligrosos falangistas que pretenden boicotear la visita, una aristocracia entre opositora y posibilista, y las múltiples interconexiones de tramas, intrigas, vivencias, episodios y personajes. Así, bajo las aparentemente aguas mansas producto de la represión franquista, se mueven anhelos, antagonismos, crueldades y el permanente miedo.
Como hacía el admirado naturalismo patrio decimonónico, en el relato se vinculan los episodios biográficos y estampas costumbristas con el marco sociopolítico. En definitiva, es esta obra un brillante ejemplo del omnisciente género épico contemporáneo; un compendio en sí mismo, como un remake global y actualizado; una creación de misterio y también de aventuras, una interpretación analítica de la existencia humana en tiempos de crisis. De nuevo un total acierto editorial de La Luna Nueva, y una buena noticia para los lectores ávidos de la narrativa de siempre.
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