Pedro Vázquez

La ‘revolución de los viejos’

La tribuna

La ‘revolución de los viejos’
La ‘revolución de los viejos’

24 de julio 2023 - 00:45

En Andalucía viven más de un millón y medio de personas mayores de 65 años, que suponen el 18% de la población de nuestra comunidad. Unas cifras que no dejan de crecer y que según distintos estudios llegarán a ser el 30% de la población en el año 2050. Por otra parte, gracias a los diferentes avances científicos y sociales hemos ganado más de diez años de esperanza de vida en los últimos 45 años, pasando de 72 años de media en Andalucía en 1975 a más de 81 en 2021, un logro histórico que sigue avanzando de forma imparable.

Unos datos que nos deben hacer pensar en los retos y oportunidades que supone el hecho de caminar hacia una sociedad envejecida. Retos como la sostenibilidad del sistema de pensiones, la organización de un sistema de cuidados sociosanitarios o afrontar la “epidemia silenciosa” de soledad no deseada. Pero también oportunidades, porque hablar de envejecimiento en nuestro tiempo debe ser también hablar de experiencia, de solidaridad o de talento senior.

Como muestra, sin salir de Andalucía podemos citar a artistas como Raphael (80 años), Joaquín Sabina (74), Kiko Veneno (71), Carmen Linares (72) o María Galiana (88), políticos como Francisco de la Torre (80), periodistas como Carlos Herrera (66), empresarias como Concha Yoldi (68). O la catedrática de la Universidad de Córdoba Anna Freixas, que a sus 76 años se ha convertido en un referente en el ámbito de la gerontología y el feminismo con su libro Yo, vieja, dejándonos un mensaje maravilloso y rompedor: “Déjame ser vieja, orgullosamente vieja”. Defendiendo un envejecimiento libre de estereotipos, y recordando que si las viejas (y los viejos) se paran, se para el mundo.

Personalidades que nos sirven como referentes pero que son solo la punta del iceberg de toda una nueva generación de personas mayores que está llevando a cabo una verdadera revolución. Una revolución tranquila pero imparable, desprendiéndose de etiquetas y prejuicios y rompiendo todos los estereotipos que se esperaban de ellas, construyendo un nuevo modelo de personas mayores en gran medida inédito en la historia de la humanidad.

Personas mayores que, afortunadamente, en su gran mayoría van a mantenerse saludables y activas hasta edades cada vez más avanzadas y que son uno de los pilares de nuestra sociedad. Porque son en gran medida ellos (y sobre todo ellas) quienes cuidan a las personas dependientes, quienes sostienen los comedores sociales y oenegés, y quienes estiran sus pensiones para ayudar a sus familias, tapando los agujeros que nuestro sistema de protección social no cubre y haciendo de escudo en tiempos difíciles. Vertebrando y humanizando nuestras comunidades.

Además, pensemos que esta generación de personas mayores ha protagonizado uno de los periodos de cambio mas importante en la historia de Andalucía. Una generación que ha sufrido en sus carnes una durísima postguerra, una dictadura, una transición llena de incertidumbre, la lacra del terrorismo, una pandemia… Y que gracias a su esfuerzo colectivo estamos disfrutando de una de las épocas de mayor prosperidad de nuestra historia: consolidando un sistema democrático, incorporándonos como miembros de pleno derecho al club de países más avanzados, erradicando lacras como el analfabetismo o la mortalidad infantil, convirtiéndonos en uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo y protagonizando auténticas revoluciones en el ámbito social. Y es que, muy posiblemente, estemos ante una de las mejores generaciones de la historia de nuestra comunidad.

Por todo ello, tenemos unos desafíos apasionantes por delante: avanzar hacia un cambio de mentalidad que nos permita entender el envejecimiento no solo como un problema, sino tambien como un reto y una oportunidad; y construir una sociedad para todas las generaciones. Facilitando el intercambio de conocimientos, valores, experiencias y la creación de redes de apoyo social, y sobre todo construyendo un nuevo modelo de solidaridad intergeneracional. No solo con la idea de cuidar a nuestros mayores, sino con el objetivo de construir una sociedad mejor, más amable, más humana y que mejore la calidad de vida de todas las personas que la integran.

Y es que aún siguen vigentes las palabras que escribió Cicerón hace más de 2.000 años : “Un anciano no hace lo que los jóvenes, pero hace cosas mucho más importantes y mucho mejores. Las grandes hazañas no se llevan a cabo con las fuerzas, la velocidad o la agilidad de los cuerpos, sino con el consejo, el prestigio y el juicio”.

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