Carlos Gago

La utilidad de lo inútil. Fabricar pan

La tribuna

La utilidad de lo inútil. Fabricar pan
La utilidad de lo inútil. Fabricar pan / Rosell

22 de julio 2023 - 00:30

En la era de la inteligencia artificial, los dispositivos móviles se han convertido en las “enciclopedias del saber”. Sin embargo, la natural libertad y la creatividad de nuestro pensamiento están cada vez más encorsetadas. Ahora que es cuando más información manejamos, hay menos conocimiento. Un influenciado aprendizaje de ramas secas en nuestro árbol cerebral.

Inmersos en la Guerra de Ucrania, de repente nos hemos dado cuenta de que somos más dependientes que nunca de recursos primarios, tanto agrícolas, caso del trigo, como energéticos, caso del gas. Germen de las vergüenzas en un país, que se vanagloria de su sector agrícola y de sus recursos renovables inagotables.

Hemos comprobado cómo la mayor parte de dichos recursos está fuera de nuestras fronteras. Nuestros panaderos rusos, que nos abastecían de pan (energía y cereal) del que vivimos cada día, simplemente han parado la maquina de hornear, al mismo precio, y nos hemos visto acorralados por el desabastecimiento. Ahora contemplamos extrañados cómo no disponemos ni de la suficiente energía para hornear, ni de trigo para hacer la masa.

La gestión de las políticas energéticas basadas exclusivamente en recursos de energía no almacenables, ni controlables, como son la energía fotovoltaica y la eólica, que considero son muy necesarias, conlleva limitaciones, ya que son excesivamente dependientes de las condiciones climáticas incontrolables e impredecibles, jugando a la ruleta rusa del abastecimiento energético, ayudado por el desmantelamiento, de fuentes de energía catalogadas como no verdes, nuclear. Choca que la Comisión Europea está estudiando integrarla junto con el gas en el conjunto de fuentes de energías verdes y /o de bajos niveles en emisiones de gases invernadero, por lo que entramos en la contradicción de eliminar tecnologías que pueden ser fuentes verdes.

La actual falta de planificación en la diversificación energética hace muy complejo casar precios entre una producción imprecisa y la curva de demanda oscilante, y pone de relieve nuestro inconsistente y simplista plan de generación de energía (molinos al monte y placas a la campiña). “Los tiros con pólvora ajena” los pagamos siempre los ciudadanos; la banca de expertos nunca pierde.

La gran alarma social generada por la supuesta falta de energía derivó en soluciones de choque, las prisas no son buenas, intentando buscar opciones para ahorrar luz (en mi opinión, poco analizadas). Es aquí donde las empresas eléctricas han visto un filón, a causa del miedo, la incertidumbre y el desconocimiento, y empezaron a proclamar la panacea de instalar autoconsumo. A río revuelto, ganancia de pescadores.

Es llamativo que donde existen océanos de información, el lobo cuide de las ovejas. Y las empresas energéticas han obtenido buenos resultados económicos.

Básicamente porque casi nadie se desconecta completamente de la red, y lo que hacemos es calentarles el pan que luego nos venden más caro, sobre todo en las horas nocturnas.

¿Que pasará en este futuro incierto? ¿podremos fabricar nuestro pan ? Como por arte de magia, el precio de la luz en 2023 ha empezado a bajar y los precios a futuros de la energía se están estabilizando, y todo ello a pesar que seguimos comprando gas ruso.

Al panadero no le interesa que fabriquemos todo el pan, básicamente porque no quieren migajitas, sino el mollete entero. Ahora la máquina de amasar se llama PNIEC 2023-2030 (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima). Estamos inmersos en la carrera por el control y la fabricación del nuevos recursos de energía, entre ellos el gas verde, como es el hidrógeno y el metano, en proyectos denominados de economía semicircular, algunos con el uso y la gestión de residuos para la obtención de energía: fuentes mas garantistas. En definitiva, lo que era inútil, mediante la creatividad se vuelve no sólo útil, sino esencial para nuestra economía rural. La diversificación de la energía es un paso fundamental como garantía de seguridad y de autosuficiencia. Establecer e implantar modelos reales de diversificación de los recursos basados en equilibrios sociales, económicos y medioambientales sustentables en el medio rural, acordes a cada región.

Aprovechar recursos y residuos que actualmente son considerados inútiles, que son un problema para reciclarlos en soluciones lógicas. Convertir nuestra masa en buen y saludable pan, y fabricar un verdadero futuro común. Un móvil de unos 100 gramos necesita mover 113 kg de material ¿Consideran esto sostenible?.

Esto va más allá. Va de dar utilidad a recursos considerados hasta ahora inútiles. Va enfocado a una economía semicircular, a la valorización de recursos cercanos. Debemos estudiar y comprender la base, la utilidad del conocimiento inútil del ciclo de la energía, la raíz de nuestro trigo procesado en harina como pan energético, amasando nuestros recursos.

Sean creativos. Desconecten los cables de ignorantes influencias. Vayan a la raíz del problema. La energía debe ir de manera natural en sintonía con la conservación y no con la destrucción del medio. Nuestro campo rural debe ser alimentado con abono natural. Uno debe vislumbrar cada proceso con un enfoque global de oportunidades y nunca perder sus raíces. Dejarnos maravillar por la utilidad de lo inútil.

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