La Guardia Civil de la Comandancia de Cádiz ha conseguido desarticular una banda de narcotraficantes que se dedicaba a la distribución de hachís en España y que llegó a torturar a un hombre para conseguir localizar un alijo que les había desaparecido, y para lo cual utilizó una violencia "extrema".

La operación 'Toante', como la ha denominado el Instituto Armado, se ha saldado con diez detenidos en total entre los que se encuentran el supuesto líder de la red y tres hombres de confianza pertenecientes al núcleo de la organización, que son los cuatro integrantes que han sido enviados a prisión por supuestos delitos de organización criminal contra la salud pública y secuestro. La intervención se ha llevado a cabo en Conil, Chiclana y Rota.

En la intervención, junto a los detenidos, han sido requisados un total de 571 kilogramos de hachís, nueve vehículos, una motocicleta, siete embarcaciones, hasta 29 teléfonos móviles, dos GPS y un revólver detonador que había sido modificado para poder usarlo con munición real.

La investigación dio comienzo en el momento en el que los agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil tuvieron constancia de que una persona había sido secuestrada y atacada por cuatro encapuchados en su propia casa en la localidad de Conil. La agresión fue tan grave que la víctima fue trasladada al hospital para poder asistirle quirúrgicamente. Los 'narcos' utilizaron una violencia "extrema", según las propias palabras utilizadas por el Instituto Armado en su comunicado.

Los agentes se trasladaron entonces al centro sanitario para interrogar al agredido, que explicó cómo los encapuchados, que llevaban armas, se encontraban en su domicilio cuando él llegó. Entre los cuatro le inmovilizaron y durante cuatro horas se dedicaron a torturarle mientras le preguntaban sobre el paradero de un alijo de drogas. Según la información facilitada por la Guardia Civil, los agresores utilizaron en ocasiones un martillo para golpearle y la violencia de los asaltantes desembocó en crueldad en la que incluso llegaron a verterle vinagre en las heridas abiertas que le habían provocado durante el interrogatorio, explican desde la Benemérita.

Gracias a las investigaciones de la Policía Judicial, se supo de la existencia de esta red de narcotraficantes que introducían en la península grandes cantidades de hachís proveniente de Marruecos a través de barcos fueraborda. Al parecer, la organización también se encargaba no sólo del traslado y la distribución en España sino también del almacenamiento y la posterior venta de los estupefacientes.

La operación 'Toante' dio el paso definitivo para la desarticulación de la red cuando fue interceptada una embarcación de recreo que estaba siendo vigilada y en la que encontraron uno de los envíos de estupefacientes de 571 kilos de hachís. Esta intervención fue el detonante para corroborar la existencia de una organización criminal y que llevó finalmente a las detenciones, que se llevaron a cabo en junio.

Tras solicitar la orden de registro a las autoridades judiciales los agentes actuaron en las localidades de Rota, Conil y Chiclana, registrando varias casas y viviendas, una nave de reparación de naves en Rota y una inmobiliaria que funcionaba como tapadera para la organización.

Durante los registros se intervinieron numerosos teléfonos móviles, pequeñas cantidades de hachís y varios automóviles y embarcaciones. Entre las embarcaciones que se encontraron había una cuya matrícula y nombre coincidía con el de un barco que ya habían requisado con anterioridad las autoridades de la Gendarmería marroquí y que tras las pertinentes comprobaciones se corroboró que seguía allí. Por este motivo el dueño de la embarcación J.M.M.N., de 53 años de edad y vecino de Rota, fue acusado también de un delito de falsedad documental. Él, según la nota de la Benemérita, era el que se encargaba de guardar, reparar y mantener en buenas condiciones las naves que la organización usaba para trasladar la droga desde las costas marroquíes.

Según fuentes de la Guardia Civil, la operación 'Toante' ha roto la cúpula de la red de narcotraficantes en España ya que han conseguido detener a todos los cabecillas. El líder, J.V.J.F.V.M.I., de 32 años de edad y vecino de Rota, ha sido detenido por los delitos de organización criminal, contra la salud pública y secuestro.

Junto a él ha sido capturado J.M.F.M. , de 36 años, que según las investigaciones es el hombre de confianza del primero y coordinador del núcleo de poder que, en la jerarquía de la organización, se encuentra por debajo del líder. Él era el encargado de realizaba los ajustes de cuentas de la banda, entre la que estaría el secuestro sufrido por el vecino de Conil.

Entre los otros ocho imputados se encuentran dos componentes del núcleo, J.R.R., (30 años) y M.R.L., (32 años), que han sido acusados y trasladados a prisión junto al cabecilla y su mano derecha, por el agravante del delito de secuestro. El resto han sido acusados de organización criminal, contra salud pública y han sido puestos en libertad condicional con cargos.

Los imputados, al igual que la suma de todos los objetos intervenidos, han sido puestos a disposición del titular del Juzgado Mixto numero 4 de Chiclana de la Frontera, quien ha sido el que ha dispuesto la entrada en prisión de cuatro de los integrantes de la red, mencionados anteriormente, y la libertad con cargos a la espera de juicio de las otras seis personas de la organización.

La Guardia Civil, en colaboración con la Gendarmería Real Marroquí y la Policía Local de Conil, mantiene aún abierta la investigación de esta red de narcotraficantes por si en futuras investigaciones se producen nuevas detenciones.