Las exquisitas croquetas de jamón de Bina Bar ya son famosas. Los asiduos reclaman la ensaladilla de gambas, sustituida por el lomo. El aguachile, un sashimi de lubina con una sopa fría de maíz, con aguacate, rábano… elogiada por otros. Estos platos puedes degustarlos en este establecimiento ubicado en las Torres de Córdoba. Fusiona el bar y el bistró (un tipo de restaurante de comida y en donde se sirven los platos de una manera más rápida que los establecimientos convencionales). Sirven tapas de mano y platos más trabajados con el concepto de comida de Juanlu Fernández, chef del restaurante Lú Cocina y Alma.

Este negocio comenzó a funcionar en octubre de 2020, justo después del confinamiento. Desde entonces la experiencia de pivotar un restaurante de estas características ha sido divertido sin dejar de ser complicado. A los pocos meses de la apertura se establecieron restricciones que limitaban el movimiento. De ahí, surgió la etapa de elaborar comida para llevar. Regina Martínez de Velasco, socia del establecimiento junto a Dolce Nilda y Juanlu Fernández, recuerda que el primer verano no se podía salir del país. El negocio funcionó muy bien; El siguiente mantuvo una clientela más estable y la misma carta.

Interior de BINA Bar.

Presente

En la actualidad, han cambiado la carta y su comida está más enfocada al público de Jerez. Diseñan una carta rotativa con productos de temporada. “En lugar de ser fija como antes, ahora tenemos la libertad de variar los platos y sus formatos de modo que, casi todo, se puede pedir por unidad para que el comensal pueda elegir en función de sus gustos y presupuesto”, explica Martínez de Velasco, un factor añadido que motiva al chef y al equipo. Por todo ello, Bina Bar cuenta con una clientela estable.

La diferencia principal entre Bina Bar y Lú Cocina y Alma (el cual posee una estrella Michelin) radica en que el segundo posee dos menús degustación, a escoger uno, con varios pases. Son platos característicos de la cocina del chef, muy andaluza, muy de Cádiz, pero con técnica francesa. "Salsa holandesa, emulsiones, productos muy cuidados... Lú es un viaje entre Andalucía y Francia en el que puedes comerte un guiso de papas con chocos, pero completamente diferente a la vista. Es una cocina muy tradicional y respetuosa con el producto, no es una cocina moderna”, aclara Regina que ha trabajado en ambos.

Croquetas de jamón ibérico, de BINA Bar, en Jerez.

Por otra parte, en Bina Bar trabajan el mismo tipo de cocina, pero “un poquito más canalla”: montadito de pringá, croquetas… Está pensado para una mesa más informal, con comida de mano para compartir con amigos, manteniendo la misma calidad con platos más sencillos y rápidos. “Es más interactivo, menos protocolario”. El bar con chispa, el bar de siempre. “Un bar de toda la vida de Jerez, pero con un ‘refresh’, vas a comer lo mismo, sí, pero muy diferente”. Deja claro que ese refresh no se refiere a la cocina “de espuma” o molecular, “es todo lo contrario”.