Durante el mes de agosto los focos de muchos medios nacionales e internacionales están puestos en el municipio de Sanlúcar de Barrameda. La capital gastronómica 2022, donde se elabora la manzanilla y se degustan exquisitas tortillas de camarones, así como otros platos, no sólo es interesante por ser la sede de esta competición histórica. La relevancia de esta población ubicada en la desembocadura del río Guadalquivir, frente al coto de Doñana y que colinda con las tres provincias occidentales andaluzas, viene de más atrás.

El hito histórico que puso definitivamente a Sanlúcar en el mapa fue la culminación de la I Vuelta al Mundo, una de las mayores hazañas navales de la historia. Un viaje fascinante iniciado por Fernando de Magallanes y finalizado por Juan Sebastián Elcano. Sanlúcar fue, junto con Sevilla, el puerto de salida y llegada de un viaje, hasta entonces, sin precedentes.

Tours

La empresa de viajes especializados Surways organiza una ruta en Sanlúcar en torno a esta temática. En su recorrido se realizan paradas en los monumentos que salpican la localidad relacionados con aquel viaje y con el comercio que por aquel entonces había con el Nuevo Mundo, descubierto por Cristóbal Colón veinticinco años atrás. De esta forma se da a conocer de forma amena uno de los episodios más importantes de la historia de Sanlúcar y de la humanidad.

Visita a la antigua Fábrica del Hielo, de Sanlúcar, donde se encuentra la maqueta de la Nao Victoria.

En la planta alta de la antigua Fábrica de Hielo, en la actualidad convertida en Centro de Visitantes de Doñana se encuentra, por ejemplo, una maqueta hecha a escala 1:8 de la original Nao Victoria. En el embarcadero de la exposición se representan toneles, pipas, fardos, y cajas en los que se llevaba el agua, alimentos y enseres para la travesía. El nombre de la nao proviene de la iglesia de santa María de la Victoria de Triana, donde Magallanes juró servir al rey Carlos I. La tradición cuenta que la nave se construyó en los astilleros de Zarauz (País Vasco). La carga de las especias que la embarcación trajo desde las islas Molucas, cubrió con creces los gastos de toda la expedición.

Tras la visita se intercambian impresiones con una copa de manzanilla en un despacho de vinos de la calle Mar.

El tour se realiza en español, inglés y portugués con un mínimo de seis personas.