El primer y único cementerio islámico de la provincia de Cádiz está en Jerez

Maqbara o makbara. Así se denominan los cementerios y necrópolis musulmanas. El Campo Santo jerezano de Nuestra Señora de la Merced es el único de la provincia y uno de los pocos de España que posee un espacio anexo: el primer cementerio islámico. Desde 2016 -aunque entonces aún estaba inacabado- este espacio responde a la demanda de las comunidades islámicas de la ciudad para poder realizar sus rituales religiosos y despedir en la tierra a sus seres queridos.

Especialmente, durante los primeros años, "la mayoría son cuerpos de niños, recién nacidos y fetos", explicaban líderes religiosos, entonces. La inhumación de los musulmanes adultos fallecidos en la ciudad acaban en su mayor parte siendo remitidos a sus países de origen es debido a varias razones. Lo hacía todo aquel que podía, ya que, en general, todo el mundo desea ser enterrado en su tierra. Precisamente, se baraja ese sentimiento de apego, la posibilidad de visitarlos, la razón por la cual a los pequeños sí se les enterraba en el cementerio musulmán de Jerez.

A día de hoy son conocidos otros cementerios en la comunidad andaluza destinados a esta confesión religiosa: los de Granada, Córdoba, Málaga y Sevilla. En la actualidad, hay funerarias que ofertan servicios específicos a los musulmanes e incluso, en el caso de Barcelona, un tanatorio para musulmanes.

Ritual

Los creyentes musulmanes consideran que lo "ideal" sería que la persona fallecida sea enterrada las primeras 24 horas. Siguen este procedimiento: lavar el cuerpo completamente (según las tradiciones de cada lugar se perfumará con determinados productos naturales) y realizar la ablución mayor con él. A continuación se le envuelve en un sudario, esto es una tela blanca sin costuras, similar a la que se utiliza para hacer la peregrinación a la Meca. Por último, sin volver a tocar la carne del fallecido, se entierra directamente en tierra, sin ataúd y orientado hacia la Meca. Aunque están felxibilizando el uso del ataúd.

El procedimiento de lavado y purificación debe hacerlo una persona musulmana del mismo sexo que el fallecido, y del enterramiento propiamente dicho se encargan los hombres. Una vez enterrado en el cementerio hay una serie de días clave en los que se visita la tumba: el tercero, el noveno y a los 40 días. Esto es lo habitual y común en todos los países.

Funerales musulmanes

En este tipo de ceremonias, tanto las mujeres como los hombres se descalzan, se dirigen hacia sus áreas respectivas y rezan el Corán acompañándolo con una serie de cantos rituales. El vestuario debe ser flojo y modesto y, las mujeres, deben cubrir su cabeza con un velo. Durante un funeral, generalmente, un oficiante presidirá la ceremonia y los amigos y familiares pueden decir un elogio fúnebre para el fallecido. La música también suele ser parte del servicio, en vivo o grabada.

El duelo

El término islámico para el luto, expresado con el color blanco, es el 'hidaad'. Se trata de un periodo de tres días durante el cual queda prohibido utilizar vestimenta ostentosa y joyas.

El paraíso

La Yanna está descrita en el Corán: consta de siete niveles, y el más alto es el séptimo: el Firdaws (en árabe: فردوس) donde morarán los profetas, los mártires y la gente más veraz y piadosa.