La arena, el viento y la vegetación en comunión dan lugar a parajes paradisíacos, idílicos y en, ocasiones, de enorme valor natural. En Chipiona, municipio conocido por sus famosos corrales de pesca, también pueden presumir de cordón dunar y de la conservación del mismo. Éste fruto de esos tren ingredientes mencionados al comienzo de este texto, revaloriza aún más el litoral costero de Cádiz.

En esta localidad se puede disfrutar de un verano memorable de chapuzones en sus playas, bailes y buenas comidas en sus chiringuitos y del calor de su gente. A esto se añade la peculiar riqueza del cordón dunar, que por sus características, no se encuentra en todas las localidades costeras.

Por qué en Chipiona

El municipio se encuentra situado en un punto estratégico, ecológicamente hablando, a escasos kilómetros del Parque Nacional de Doñana, de la desembocadura del río Guadalquivir y bañado por el océano Atlántico. El cóctel perfecto para la formación de espacios naturales de gran belleza como este.

Este interesante cordón dunar se conserva en la zona de la costa, desde la playa de Camarón hasta la playa de Las Tres Piedras. Las dunas que lo componen actúan como reservorios de arena que alimentan las playas. Las longitudinales, por su parte, sirven para el crecimiento de una variada flora con una gran adaptabilidad al medio agreste que supone la salinidad del mar.

Al mismo tiempo, esta vegetación sirve de "hostal" a un elevado número de aves que cruzan el Estrecho hacia los destinos donde residen en invierno. Los reptiles encuentran un hábitat perfecto para su supervivencia: culebras, lagartijas, lagartos ozelados, eslizones… Entre todos ellos destaca el camaleón común, una de las más de ochenta especies de camaneólidos repartidos en el mundo. En Chipiona queda aún una población importante, convirtiéndose, junto a Rota, en pioneras en cuanto a su protección. Los mismos vecinos respetan y protegen a uno de los emblemas ecológicos del municipio. Incluso posee el Centro de Interpretación de la Naturaleza y el Litoral 'El Camaleón' de Chipiona.

El co-protagonista

El camaleón común es el huésped estrella del cordón dunar mide unos 30 centímetros. Resulta una especie muy llamativa porque cambia de color o por la forma de sus ojos independientes, lo que se conoce como visión estereoscópica. Con su lengua, tan larga y rápida como su cuerpo, atrapa insectos de los que se alimenta.