La Cátedra de Flamencología y Estudios Folclóricos Andaluces de Jerez, en colaboración con la delegación Territorial de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía en Cádiz ha presentado este sábado 16 de diciembre en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco una nueva edición de la Revista de Flamencología.

El acto ha contado con la presencia del delegado territorial de Cultura, Turismo y Deportes, Jorge Vázquez, además del presidente de la Cátedra, Fran Pereira y el coordinador de la revista y secretario de la entidad, Manuel Naranjo. Del mismo modo, también ha estado presente una de las autoras participantes en dicho número, Susana Checa, así como la totalidad del alumnado que se encuentra llevando a cabo el modelo obligatorio del Master Interuniversitario en Investigación y Análisis del Flamenco de la Universidad de Cádiz, y que han visitado el CADF de la mano de la doctora de la UCA Dolores Barroso.

Este nueva ejemplar se trata del número 32 de esta colección, que arrancó oficialmente en el primer semestre de 1995, siguiendo la estela de otra publicación anterior, 'Flamenco', impulsada también por esta institución en la década de los sesenta.

Desde entonces la institución por esta iniciativa, siempre con la investigación como eje fundamental. A lo largo de estos 28 años, han sido muchos los colaboradores que ha tenido esta Revista, en muchos casos miembros de la Cátedra, pero en otros investigadores de gran prestigio. Así entre algunos  nombres destacan los Ricardo Rodríguez Cosano, Alfredo Arrebola, Juan de la Plata, Manuel Ríos Ruiz, Juan Vergillos, Antonio Murciano, Francisco Bejarano, Luis Suárez Ávila, Domingo Manfredi, Bernard Leblon, Luis López Ruiz, José Luis Navarro o Daniel Pineda Novo, entre otros muchos.

Desde la llegada de la nueva junta directiva de la institución, febrero de 2020, han sido, con el de este sábado, tres números los publicados, uno en noviembre de 2021, otro en diciembre de 2022 y este del 16 de diciembre de  2023, los que han visto la luz gracias a la colaboración de la Junta de Andalucía.

Otro momento de la presentación.

Jorge Vázquez, delegado territorial de Cultura, ha destacado la “importante labor” que está llevando la Cátedra en materia de investigación y apoyo al flamenco, además de insistir en el compromiso de la Junta en este arte, destacando la próxima inauguración del Museo del Flamenco en Andalucía y la llegada de la asignatura a las aulas en este curso como materia optativa.

Por su parte, Manuel Naranjo, coordinador de la misma, ha reconocido que la Revista “está abierta a cualquier ámbito, desde la sociología a la musicología”, y ha reiterado que la publicación, que se distribuirá entre conservatorios, bibliotecas y universidades, “está sujeta a las normas APA.

Los autores

En este número 32 serán cuatro los artículos a publicar, artículos que llevan la firma de Susana Checa, Francisco J. Bethencourt Llobet, Ramón Soler Díaz y Antonio Lorenzo Vélez.

Susana Checa es licenciada en coreografía y técnicas de interpretación de la danza por el Conservatorio Superior de Danza de Alicante y actualmente desempeña su labor docente en el Conservatorio de Danza Maribel Gallardo de Cádiz. Su trabajo en esta Revista lleva el título de ‘Nuevas visiones de la escuela bolera en los tablaos’ y aborda esta disciplina de la danza española. Su artículo explora, registra, selecciona y analiza algunas muestras de lo que viene sucediendo con las nuevas generaciones de intérpretes en torno a la escuela bolera y con las nuevas creaciones interpretativas que están surgiendo en nuestro país, y que están aportando nuevas formas de ejecución dentro de esta disciplina.

Otro instante del acto de presentación en el CADF.

Francisco J. Bethencourt Lllobet es musicólogo-guitarrista y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, además de Coordinador de las Jornadas Complutenses de Investigación sobre Flamenco. Su aportación en este número se titula ‘Adquisición y transmisión del conocimiento del flamenco contemporáneo’, y en él toma la figura de Gerardo Núñez como guitarrista-maestro, haciendo contrapunto con publicaciones recientes y tesis de investigadores-guitarristas, que han continuado ahondando en este trasvase del  conocimiento. El artículo se divide en cinco partes, donde se analiza el contexto cultural en el que nace y aprende de un maestro local, así como su formación acompañando a cantaores y bailaoras. Asimismo, se analiza el papel fundamental que juega la tecnología para adquirir repertorio y su interés por aprender de otros géneros como el jazz así mismo se aborda la adquisición y transmisión de conocimiento revisando proyectos de Gerardo Núñez y Carmen Cortés, para finalizar con sus cursos de flamenco en Sanlúcar.

El tercero de los autores es Ramón Soler Díaz, Licenciado en Matemáticas por la Universidad de Málaga, profesor de Secundaria e investigador con más de nueve publicaciones de prestigio sobre personalidades del mundo del flamenco como Antonio Mairena, Antonio El Chaqueta o Paco del Gastor.

En este artículo, titulado ‘El Concierto de Cante Jondo de Cádiz de 1922’, se centra en esta efeméride, celebrada cuatro días después del famoso Concurso de Cante Jondo de Granada, y donde aborda el recital de los dos hijos de Enrique El Mellizo en el que se interpretaron una importante variedad de estilos antiguos, esos que estaban buscando en Granada.

La cuarta y última publicación de este número lleva la autoría de Antonio Lorenzo Vélez, licenciado en psicología por la Universidad Complutenese y se centra en ‘La presencia gitana en los pliegos de cordel’.

 Este artículo trata de contextualizar la evolución de la presencia gitana en los pliegos de cordel. Tras realizar un breve recorrido desde finales del siglo XV por las represivas y discriminatorias disposiciones y pragmáticas contra las comunidades gitanas, citándose algunos referentes literarios clásicos y presentando algunos ejemplos de pliegos de cordel que recogen un conjunto de estereotipos y prejuicios antigitanos. Asimismo, se muestra cómo a consecuencia de los cambios histórico-sociales que se producen durante los siglos XIX y XX, el imaginario colectivo sobre la etnia gitana va dulcificándose de una manera progresiva al asociarse, durante el  Romanticismo, tanto a una visión generalista y representativa de lo considerado como propiamente andaluz como al arte flamenco.