Sea por el flamenco libre y Ángeles Toledano
La cantaora de Villanueva de la Reina (Jaén) celebra con un recital de 'Sangre sucia', su debut discográfico, el Premio a mejor cante de acompañamiento en la pasada edición del Festival de Jerez
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Cuando daban las 12 de la noche del 28 de febrero y entrábamos en el Día de Andalucía, Ángeles Toledano cantaba una seguiriya al ritmo de break beat desde la bodega de Los Apóstoles, rodeada de algunas de las botas más antiguas del Marco de Jerez y coronada por una cúpula central acristalada que en un momento de total oscuridad dejó pasar una tenue luz nocturna que alumbró en cenital a una Ángeles alada.
Celebro que este día llegue con un recital que aúna sin miedos diferentes sonidos y géneros, con letras nuevas y una estética que rescata el traje de gitana de la época de los 90. Andalucía desde luego se parece mucho más a esta mezcla que presenta Ángeles Toledano que a cualquier forma de homogeneidad que nos quieran vender. Me recuerda a la Andalucía en la que se canta a Juan Moneo El Torta y se baila a Dj Karpin, a la Andalucía en la que una mujer trans besa la estampita de la Virgen de su barrio, a la Andalucía a la que los anuncios no pueden llegar porque es demasiado real y viva como para retratarla con etiquetas.
La artista está atravesada por unas raíces tan ancestrales como los vinos que la rodean, pero en ella se asienta una mirada contemporánea y generacional que actualiza y revisiona los sonidos más tradicionales. Qué difícil es moverse con soltura entre esos dos mundos y encima crear uno propio. El cante de Ángeles estremece porque es puro —y no digo puro por esa mal llamada pureza—, digo puro por transparente y genuino. Es su cante y lo defiende con la valentía y gracia que la caracteriza. Hay espectáculo pero no artificio. Asistimos a una forma de entender el flamenco muy personal y alejada de la normatividad, pero, ¿quién quiere normas cuándo el talento se abre paso?
Ángeles Toledano estuvo en el Festival de Jerez en 2020 acompañando con su cante a Ángel Muñoz; y muy especialmente, brilló de forma descomunal en 2023 con la bailaora gaditana María Moreno. En aquel momento ya dijeron de ella que era “una estrella rutilante y una promesa del cante”. En 2024 cantó en el Alter ego de Patricia Guerrero y Alfonso Losa, y la premiaron con el Mejor cante de acompañamiento. En tres pasos y con 29 años, la cantaora y artista ha conseguido llegar a un recital propio, presentando su particular universo y enseñando lo que es tener la sangre sucia y el corazón limpio.
Hizo un tributo a Sorderita, “un genio de la tierra”, y cantó Qué bonito aquella noche de Las Grecas, un homenaje que resultó ser uno de los momentos más emocionantes de la actuación. La cantaora estuvo arropada por las voces de Belén Vega y Sara Corea, la percusión de Manu Masaedo y la guitarra de Benito Bernal, demostrando una evidente complicidad que son elenco pero también amigos.
Más allá de tributos y homenajes, tuvimos la suerte de escuchar preciosos versos como “la tierra por ser la tierra / conocerá mi dolor / al pie del almendro estuve / y no corté la flor” o “donde hay una mente sorda / es mu’ difícil escuchar / siempre una compеtición / muchas medallas en el cuеllo y pocas en el corazón”.
Ángeles Toledano se despidió con las bulerías de Nada ha pasado, pero todo ha sucedido, no sin antes celebrar Jerez, Andalucía, las generaciones de ahora y las muchas formas de ver el flamenco. Gracias Ángeles, por usar tus alas.
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