¿Puedo hacer ejercicio si estoy resfriado?

Hacer deporte mientras estás resfriado es una pregunta común que muchas personas se hacen cuando se sienten enfermas porque no quieren interrumpir su rutina de ejercicio. Vienen a la cabeza ideas tales como "Si sudo, el resfriado se irá antes", pero no es así.

Cuando estás enfermo y sudas, es porque hay un aumento de la temperatura corporal, produciendo un exceso de sudoración como forma de respuesta del organismo para regular la temperatura corporal durante la fiebre. Si además haces ejercicio físico, todavía sube más la temperatura, por lo que lo único que vas a conseguir es ponerte peor y, por lo tanto, alargar el proceso de recuperación.

Consecuencias de hacer ejercicio estando resfriado

1. Aumento del estrés en el cuerpo. El ejercicio en sí es una forma de estrés para el cuerpo. Cuando estás enfermo, tu sistema inmunológico ya está trabajando duro para combatir la infección, por lo que darle más trabajo como, por ejemplo, hacer ejercicio puede aumentar el estrés en tu cuerpo y dificultar la recuperación.
2. Mayor riesgo de deshidratación. La fiebre y la sudoración excesiva propia del refriado ya de por sí supone una pérdida importante de líquidos. En el caso de que tomes la decisión de hacer ejercicio, asegúrate de que no te falte la hidratación.
3. Riesgo de complicaciones. Hacer ejercicio mientras estás resfriado puede aumentar el riesgo de complicaciones, como una infección secundaria en los pulmones o en los senos paranasales. Además, el esfuerzo físico intenso puede empeorar los síntomas del resfriado y prolongar la duración de la enfermedad.
4. Reducción del rendimiento. Cuando estás enfermo, lo más probable sea que tu rendimiento deportivo disminuya.
5. Contagio a otros. Si decides hacer ejercicio en un gimnasio o en un lugar público, puedes propagar el virus a otras personas.

Tipos de deportes recomendados durante un resfriado

Existe actividad física suave para continuar haciendo ejercicio estando resfriado, sin poner en riesgo el empeoramiento de la salud como los te contamos a continuación:

1. Caminata ligera: Dar un paseo suave al aire libre puede ser una forma efectiva de mantenerse activo sin ejercer demasiada presión sobre el cuerpo. Esto también puede ayudarte a respirar aire fresco, lo que a menudo es beneficioso cuando tienes congestión nasal.
2. Yoga o estiramientos suaves: Las actividades de flexibilidad, como el yoga o los estiramientos suaves, te ayudan a relajar la musculatura y a mejorar la circulación sin forzar tu sistema cardiovascular.
3. Natación ligera: Si tienes acceso a una piscina y te sientes lo suficientemente bien, nadar suavemente puede ser una buena opción. Además, el agua tibia puede ayudarte a aliviar algunos de los síntomas del resfriado.
4. Ejercicio en el hogar: Si prefieres mantener tus entrenamientos en casa, considera realizar ejercicios de bajo impacto, como ejercicios de suelo, estiramientos o yoga desde la comodidad de tu hogar.
5. Descanso y recuperación: A veces, la mejor opción es simplemente descansar y permitir que tu cuerpo se recupere por completo. Esto acelerará tu recuperación y te ayudará a volver al entrenamiento de manera más eficiente una vez que te sientas mejor.

Recuerda que la clave durante un resfriado es escuchar a tu cuerpo. Si te sientes demasiado cansado o incómodo, es importante tomarte un descanso y permitir que tu sistema inmunológico haga su trabajo. Consulta a un profesional de la salud si tienes dudas sobre si hacer ejercicio es seguro en tu situación específica.