Cáncer infantil

El virus del catarro podría ser efectivo para tratar el cáncer cerebral más mortal en niños

El virus del catarro podría ser efectivo para tratar el cáncer cerebral más mortal en niños

El virus del catarro podría ser efectivo para tratar el cáncer cerebral más mortal en niños

Un virus del catarro modificado genéticamente para que destruya células cancerosas ha abierto una vía de esperanza para tratar el tumor cerebral infantil más letal, el glioma difuso intrínseco de tronco. Se trata del tumor cerebral más común en los niños y también el más letal. De media, la supervivencia de estos pacientes apenas llega al año y tampoco existe una terapia efectiva. En este sentido, la radioterapia focal (dirigida al tumor) es el único tratamiento que en la mayoría de pacientes con DIPG consigue una reducción en el tamaño del tumor y mejoría de los síntomas.  Pero, a nivel de mejorar la tasa de supervivencia solo existen algunos enfoques experimentales. El más reciente de ellos es la terapia oncolítica viral, que emplea a unos insólitos aliados en la lucha frente al cáncer.

Se trata de un adenovirus, es decir, los responsables de procesos catarrales y febriles, así como de otras infecciones de las vías respiratorias. Hace poco, uno de la misma familia, el adenovirus 41, se vinculó como , factor desencadenante del 'brote' de la nueva hepatitis aguda en niños. Ahora, el que fuera enemigo de los mismos, se ha convertido en una gran posible ayuda para tratarlos en esta otra letal enfermedad.

En esta línea se enmarca un ensayo clínico realizado por un equipo internacional de científicos (muchos de ellos españoles), que ha probado el uso de el DNX-2401, como hemos mencionado se trata de un adenovirus modificado genéticamente para atacar las células cancerosas. Este virus ha sido modificado genéticamente para que solo pueda infectar, replicarse y matar selectivamente a las células tumorales. Además de ese efecto directo sobre las células tumorales, el virus oncolítico ejerce otro efecto antitumoral adicional potenciando la acción del propio sistema inmune del paciente frente al tumor. Los detalles están recogidos en un artículo publicado en el prestigioso medio especializado The New England Journal of Medicine.

17, 8 MESES DE SUPERVIVENCIA 

El principal objetivo, detallan, era documentar la seguridad y el perfil de efectos adversos del tratamiento con DNX-2401; el segundo, evaluar el efecto de esta estrategia en la supervivencia y calidad de vida de los pacientes; determinar el número de pacientes que mostraban una respuesta objetiva y recoger muestras del tumor y la sangre periférica para estudiar los rasgos moleculares del tumor y de las respuestas inmunes antitumorales que se produjeran.

En un ensayo clínico con 12 pacientes de entre 3 y 18 años, el oncovirus utilizado, un adenovirus, demostró que es seguro para los menores, que no provoca efectos secundarios graves y que es bien tolerado por los pacientes. Aplicado junto con radioterapia, el tratamiento estándar para este tipo de tumor, el virus logró aumentar la supervivencia media de los participantes de los 12 meses habituales a 17,8 meses. De hecho, en el momento de escribir este artículo dos de los niños participantes siguen vivos, con tumor, casi tres años después (de los cuales uno estaba libre de la progresión de la enfermedad 38 meses más tarde).

La Dra. Sonia Tejada, especialista en Neurocirugía responsable del procedimiento quirúrgico. ''Hasta hace poco tiempo, estos tumores localizados en el tronco cerebral no se biopsiaban ni analizaban por el riesgo de secuelas neurológicas derivadas de la propia biopsia. Este ensayo no solo ha permitido obtener muestras de los tumores y caracterizarlos molecularmente, sino que ha demostrado que la inyección intratumoral de un virus oncolítico en estos tumores del tronco cerebral es realizable y se abre como una nueva vía de tratamiento'', detallan los doctores Gállego y Tejada.

¿EFECTOS ADVERSOS?

En cuanto a los efectos adversos, el tratamiento apenas ha generado toxicidad y los efectos adversos observados son en su mayoría leves y tolerables como catarro, dolor de cabeza, náuseas, vómitos. Tan solo dos pacientes sufrieron efectos adversos a observar de cara al futuro; Uno de los pacientes desarrolló hemiparesia (disminución de la fuerza motora o parálisis en un brazo y una pierna del mismo lado del cuerpo) y otro tetraparesia (debilidad o parálisis en las cuatro extremidades).

Sin embargo, los resultados se han mostrado muy seguros y positivos. Por ello, también podría tener aplicación en los tumores en adultos e, incluso, en otros tipos de cáncer. ''Supone abrir un camino, al que todavía le queda mucho por recorrer, pero por lo menos es una vía que ya sabemos que es segura y que merece la pena seguir investigando en el laboratorio para mejorar esta estrategia o combinarla con otras cosas y tener mejores resultados'', añade sobre el tratamiento para el DIPG.

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