El 1 de septiembre de 2008 dieron comienzo las obras del tranvía en La Isla. Ese día, la principal arteria de San Fernando empezó a cerrarse al tráfico rodado para afrontar su progresiva reurbanización y la semipeatonalización, que previsiblemente en unos meses iba a dar vía libre al nuevo medio de transporte metropolitano. La calle Real, que serviría para enlazar las ciudades de Chiclana y Cádiz, nunca volvería a ser la misma.

La puesta en marcha de los trabajos estuvo además precedida por una gran tensión política que marcó los meses previos –incluso condicionó las anteriores elecciones municipales de 2007– y por un debate visceral que consiguió dividir a los isleños entre partidarios y defensores del polémico proyecto. Hubo sonadas protestas, se recogieron miles de firmas, se prometieron ayudas a los comercios afectados, se montó una oficina específica para atender las dudas de los ciudadanos...

Trece años después, La Isla sigue esperando la puesta en marcha del tranvía, una inversión de la Junta de Andalucía acometida en con fondos europeos que supera los 256 millones de euros y a la que nadie se atreve ya a poner fecha.

El impulso dado al proyecto entre 2019 y 2020 –cuando se reanudaron las pruebas dinámicas, se consiguió acometer la obra de Río Arillo y se logró la autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria para circular y hacer uso de la vía férrea hasta llegar a la capital gaditana (algo que no siempre estuvo claro)– parece haberse disipado en los últimos meses ante la aparente ausencia de avances.

Fomento afirma que trabaja "sin descanso" para poner en marcha el tranvía cuanto antes

Así que una vez más los isleños, que a diario ven pasar las unidades en pruebas y sin pasajeros por el centro de San Fernando, se preguntan con creciente escepticismo qué pasa ahora con el tranvía.

Desde la Consejería de Fomento se asegura que el proyecto no está ni mucho menos paralizado. Desde el nuevo gobierno andaluz –se insiste– se ha trabajado "sin descanso desde el minuto uno para poder poner en marcha el tranvía de la Bahía de Cádiz cuanto antes".

Ahora, explica, se trabaja en dos hitos imprescindibles para la puesta en servicio comercial del tranvía, en coordinación también con Renfe, Adif y la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF).

De un lado, que es una de las tareas que el tranvía tiene pendientes, hay que completar la última fase de la pre-explotación, que básicamente es el desarrollo de las pruebas de robustez –someter al tranvía a situación de estrés como incidencias o averías técnicas simuladas– y el test final de estos ensayos dinámicos o pruebas en blanco, que consisten en la simulación de la marcha comercial sin pasajeros, cumpliendo con todos los parámetros de la explotación comercial a efectos de horarios, regularidad de paso, velocidad…

Estas pruebas en blanco son las que permitirán acreditar la seguridad y funcionalidad para las autorizaciones finales de puesta en marcha comercial, que para el tramo que discurre entre Río Arillo y la estación de tren de Cádiz, corresponde a la AESF; y para el de nueva construcción entre Chiclana y San Fernando, compete a la Junta de Andalucía.

Por otro lado, explica Fomento, el trabajo actualmente se centra en culminar los expedientes administrativos "ya lanzados y con alto grado de maduración" de cara a la puesta en servicio final.

Se trata de la faena administrativa pura y dura que precede a la puesta en marcha de este proyecto pionero en España en el que están implicadas además varias administraciones.

Estos expedientes incluyen en primero lugar el convenio con Adif-Ministerio de Transporte para la conversión en ramal comercial del tramo de línea férrea entre Sevilla y Cádiz que compartirá el tranvía en su circulación (desde Río Arillo a la estación de Cádiz, en la plaza de Sevilla) con el resto del tráfico ferroviario y que ahora es solo un ramal técnico exclusivo para pruebas.

Además, queda completar la contratación del servicio de transporte de viajeros. Y, finalmente, en el ámbito de la Agencia de Obra Pública, dar cumplimiento a toda la tramitación del expediente de puesta en servicio, que incluye las aprobaciones de los planes de seguridad y autoprotección, regulación del servicio de viajeros y sistema tarifario, entre otros aspectos.

El tranvía metropolitano, en la estación de tren de Cortadura, en Cádiz.

Los "hitos" que han empujado el proyecto en fechas recientes

Aunque la puesta en marcha del tranvía es compleja –de eso no cabe duda– la Consejería de Fomento subraya también los "hitos" que en fechas recientes se han conseguido gracias al nuevo gobierno andaluz.

Entre estos logros, se incluye la autorización para hacer uso de la vía del tren, algo que no siempre estuvo claro y que permitió que en 2020, por primera vez, el tranvía completara su recorrido y llegara a la capital gaditana. Y a eso suma también la tramitación del conjunto de contratos para el mantenimiento integral del tranvía, que son imprescindibles para que pueda arrancar el servicio; las obras de la subestación eléctrica de Janer, en su recta final; y en este mismo 2021 la homologación de los talleres por la AESF como centro de mantenimiento ferroviario.