Semana Santa 2019

Renovado Moreno de la Plata

  • La Hermandad de la Candelaria presentó al Señor de las Misericordias recién restaurado, además de diferentes estrenos en su cofradía

`La Candelaria´ imágenes de Lunes Santo

`La Candelaria´ imágenes de Lunes Santo / Manuel Aranda

Este Lunes Santo dejó momentos grandiosos que quedan grabados en la retina de los cofrades jerezanos. Y, seguramente, para la barriada de la Plata, ayer habría pocas cosas más bonitas que la estampa que les dejó su rejuvenecido ‘moreno’ cuando recibió los primeros rayos de luz en la tarde de ayer.

El Señor de las Misericordias conseguía, un año más, reunir a su barrio en torno a él y aglutinar a numerosos cofrades alrededor de Santa Ana. Si cada Lunes Santo es único y especial para los hermanos de la Candelaria, posiblemente éste lo fue aún más, después de haber recibido a su cristo restaurado semanas atrás. Una restauración llevada a cabo por Cristina Espejo y Pepa Segura, de S&S Restauraciones, y que buscaba evitar posibles problemas estructurales futuros en la talla de Francisco Pinto Berraquero.

Puntuales y fieles a su cita, como mandan los cánones, la cruz de guía de esta cofradía se colocó en el dintel a las 17:00 horas. Inconfundibles túnicas moradas con antifaces de terciopelo del mismo color y capas blancas comenzaron a avanzar por el barrio, dejando paso a los ciriales que acompañaban al pequeño –en dimensiones- pero imponente e inconfundible misterio en caoba que porta al Señor de las Misericordias, que además también estrenaba potencias. Por si fuera poco, la Santa Mujer Verónica también portaba un nuevo ropaje y estrenaba paño. El Señor no podía pedir más. Lucía espléndido tras su restauración.

Bueno, sí. Sí que podía pedir más. Faltaba escuchar a la jerezana Agrupación Musical de la Sentencia. Esa misma que cada año forma uno de los binomios más bonitos de nuestra Semana Santa junto al Señor de la Plata. Y, como cada año, el corazón de sus costaleros comenzaba a dar forma a la música que ofrecía la Sentencia y dotaba de compás a todo un barrio desde las primeras horas de la calurosa tarde de Lunes Santo.

Pero faltaba algo. Un hijo no es nada sin su madre. Y ahí estaba ella, la Virgen de la Candelaria, aguardando dentro del salón de pasos que colinda con la Iglesia de Santa Ana, esperando a que su hijo se alejara un poco más para salir tras él y mostrarse esplendorosa ante su barrio. Y así fue. Además estrenando saya, obra del gran Ildefonso Jiménez.

Un dato curioso de esta cofradía lo protagonizaron las flores de sus dos pasos, llegadas directamente desde Valencia. Flores autóctonas de la ciudad valenciana que venían al dedillo a la Hermandad de la Candelaria y que, como cada Lunes Santo son traídas por la Hermandad amiga de la Candelaria de Canarias.

Si hay algo que enriquezca a nuestra Semana Santa es la diversidad en sus cofradías y la Hermandad de la Candelaria ofrece varias muestras de ello cada Lunes Santo. Siempre es difícil elegir el momento más especial de una cofradía en la calle, ya que seguramente sean varios, o todos incluso para sus hermanos. Aunque la Candelaria se ha encargado de que el suyo, entre muchos otros, sea su camino de regreso al templo. Lo hacen especial. Desde su salida de Catedral, esta cofradía emprende un camino de vuelta mágico, comenzando por la Carpintería Baja. Una calle señera y cofrade, seguramente la que más.

Pero si hay que quedarse con uno, y esto se puede extrapolar a todos los años, ese es calle Lealas. Seguramente, algún año el Ayuntamiento deberá modificar el nombre de esta calle y renombrarla como ‘calle de la Hermandad de la Candelaria’. Qué forma de hacerla suya. Marcha tras marcha, chicotá tras chicotá. Pasarán los años y esta Hermandad de barrio, pura, continuará dejando una huella imborrable en el corazón de la Plata.

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