Diario de Pasión

La Candelaria celebra los diez años del Señor en la JMJ de Madrid

  • El Señor de las Misericordias fue llevado al Lora Tamayo para un Vía Crucis extraordinario ante numeroso público

El Señor de las Misericordias, tras salir de Santa Ana.

El Señor de las Misericordias, tras salir de Santa Ana.

La Hermandad de la Candelaria celebró ayer una década de la celebración, en Madrid, de las Jornadas Mundiales de la Juventud que supuso el traslado a la capital de la imagen del Señor de las Misericordias, en su paso junto a la Verónica, que ocupó uno de los altares instalados en Recoletos para la celebración de un singular Vía Crucis.

Los actos comenzaron a las 19,30 horas con una misa en Santa Ana presidida por el prelado José Rico Pavés. Seguidamente se llevó a cabo el traslado del Señor y de la Verónica al cercano colegio Lora Tamayo. Allí se rezó un Vía Crucis para lo que se contó con diferentes cruces de guía de hermandades que señalaron las estaciones, mientras que la parte musical estuvo a cargo de Ángel Hortas.

Poco después de las diez de la noche, se inició el regreso a Santa Ana cuyo recorrido fue algo más amplio que la ida tomando diferentes calles de la barriada de la Plata e Icovesa. Esta cita rememoró aquel agosto de 2011 cuando la imagen del Señor fue elegida, junto a otras 13 de toda España y la dolorosa Virgen del Rocío de Sevilla en su palio, para el acto más espectacular de ese evento mundial que presidió el Papa emérito Benedicto XVI.

Santa Ana se llenó para asistir a la celebración del nuevo prelado, la primera que preside con un motivo exclusivamente cofrade.

José Rico Pavés, obispo de Jerez, junto al párroco de Santa Ana abriendo el paso en el traslado de ida. José Rico Pavés, obispo de Jerez, junto al párroco de Santa Ana abriendo el paso en el traslado de ida.

José Rico Pavés, obispo de Jerez, junto al párroco de Santa Ana abriendo el paso en el traslado de ida.

El Señor y la Verónica, situada algo detrás del primero, se ubicaron en unas andas cedidas por la hermandad de la Sed. La decoración floral fue de una gran variedad, muy colorida tanto en la mesa como la cenefa de las andas. Cargado por fuera por alrededor de una veintena de hermanos, las imágenes salieron desde el salón de pasos anexo a la parroquia ante una plaza en la que aguardaba un numeroso público; la ocasión de ver una procesión no pasó de largo para los cofrades.

El cortejo estuvo formado por hermanos -se repartieron más de 200 papeletas de sitio-, y hermanos mayores de varias hermandades. Tarde de calor y cofrade. Por fin empieza a encauzarse el culto en las calles. Veremos hasta dónde se podrá llegar.

El paso entrando en el Lora Tamayo para el inicio del Vía Crucis. El paso entrando en el Lora Tamayo para el inicio del Vía Crucis.

El paso entrando en el Lora Tamayo para el inicio del Vía Crucis.

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