El Cristo

Tribuna libre

Luis García Ruiz

Jerez, 29 de marzo 2013 - 01:00

DIJO el poeta una vez: “No puedo cantar, Ni quiero, A ese Señor del madero

Siempre sin desenclavar...”

Es que no estuvo en Jerez

Un Viernes Santo cualquiera

Viendo al Cristo con su gente

Entre el clamor de una fe

Que brota de dentro afuera

Y hasta en el aire se siente.

No vio al Cristo en el dintel

De Su ermita de San Telmo

Cuando a las cinco aparece.

No vio al Sol dorar Su frente

Mientras las nubes va abriendo

Con sus rayos de poniente.

No vio Su negro cabello

Por Sus mejillas correrle

Aunque parado esté el viento.

No vio nunca al cuadrillero

Mandando con voz potente

¡A vuestros brazos primero

Y después muy suavemente

Subidlo, hermanos, con celo!

Y el Cristo se alza imponente

Entre la tierra y el cielo

Mientras Jerez se estremece.

No vio Sus brazos abiertos,

Abiertos para acogerme,

Ni Su aquel mirar postrero

Que abrasa de puro ardiente.

Por eso no oyó rezar

A una voz que, de repente,

Surgiendo casi del suelo

Hasta nos hace llorar

Porque borra aquel “no quiero”

Con un grito desgarrado:

“Canto al señor del madero

Siempre sin desenclavar

Que mi Cristo está clavado

Porque me vino a salvar”

(*) Consejero de Diario de Jerez.

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