Cofradías

Cuaresma 2024 en Jerez: Besamanos y besapiés del segundo domingo de Cuaresma

Una imagen del besapiés del Cristo del Perdón.

Una imagen del besapiés del Cristo del Perdón. / Manuel Aranda

La Cuaresma parece que ya se nos escapa por entre los dedos de la mano. Como arena fina de la marisma. En un suspiro pasó el segundo domingo de besamanos llegó, vio y venció. Mucho público en las funciones solemnes de besamanos, muchos cofrades de iglesia en iglesia para no perderse los magníficos montajes llevados a cabo por los equipos de priostía.

Eran nada menos que doce funciones repartidas por los cuatro puntos cardinales de la geografía cofrade de la ciudad. En la ermita de Guía, los hermanos del Perdón expusieron a sus dos imágenes y fue una jornada donde no pararon de llegar cofrades. Todo un clásico. Más arriba, en la basílica de la Merced, el Señor del Consuelo con su túnica morada, bajo el templete de la Patrona en una función de veneración al estar recién restaurada la imagen titular de la cofradía mercedaria.

Mucho público también asistió a Santiago para ver Rey de Reyes crucificado y a su Madre del Dulce Nombre. Lágrimas en San Juan de los Caballeros y Amparo en la parroquia del Cristo de la Sed. Y el Santísimo Cristo del Calvario que llamó muchísimo la atención en la jornada del pasado viernes con ese Vía Crucis que ya parece adivinar una futura salida para el Sábado Santo. Siempre sumaría esta maravillosa imagen.

Y un esmerado estreno el que ofreció la Virgen de la Paz en su Mayor Aflicción con el nuevo terno confeccionado en los talleres del maestro bordador Ildefonso Jiménez. Una visita obligada con los cofrades de la Albarizuela. También estuvieron expuestas las imágenes de la hermandad de la Paz de Fátima. Su bellísima Dolorosa, Refugio de los Pecadores. Y más allá, el Santísimo Cristo de la Clemencia en San Benito. 

Jesús Nazareno

Aires clásicos en la Catedral con la Virgen del Socorro que se encontraba hermosísima un año más. Y otra visita obligada a San Pedro donde estuvo la maravillosa imagen de la Virgen de Loreto. Y Jesús Nazareno, gobernando la ciudad desde San Juan de Letrán, en la alameda de Cristina. Jesús y su túnico maravilloso en una función de besamanos que siempre sabe a jerezanismo puro.

En definitiva, una Cuaresma a la que ya se le comienza a intuir la luz lejana al otro extremo del túnel. Cabe esperar todavía grandes citas. Y hay que tomarlo todo en dosis y saborearlo y degustarlo. Pero esto parece que toma ya un ritmo incontrolable que nos arrastra. Y cuando menos nos demos cuenta, la cruz de guía de la Borriquita estará en Aladro y el sueño habrá despertado de nuevo para vivir una Semana Santa.

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