EN este año 2013, el Papa Benedicto XVI, programó, con motivo del Año de la Fe, un Encuentro Mundial de Cofradías en Roma, más concretamente para los próximos 3, 4 y 5 de Mayo. En la justificación de tan importante evento se encuentra la suma importancia que tienen las Cofradías como vivencia y testimonio de Fe pública a lo largo de nuestra dilatada historia. Extracto expresamente un texto de la convocatoria: "En las calles del mundo como un testimonio de la fe: Cofradías peregrinando a la tumba de Pedro para la nueva evangelización".

Efectivamente, la Iglesia con este gesto destacado dentro del Año de la Fe, resalta el decisivo papel que juegan las Cofradías en la propagación de la Fe y del mensaje de la Buena de Noticia, a través de la catequesis plástica que suponen los distintos Pasos de Misterio y Palio que procesión por nuestra geografía. Personas que ni tan siquiera saben rezar el Padrenuestro o que no frecuentan la Santa Eucaristía en la fiesta dominical, sí son capaces de dar un curioso paso al frente y visten la túnica Nazarena, acompañan como devotos tras el Paso de una Imagen o se enfunda una molía para chorrear un rosario de oraciones entre sudores y la penumbra de una trabajadera.

O cuántas criaturas se emocionan dejando escapar alguna silenciosa lágrima mientras ven pasar una Imagen de Jesús o María, en una recóndita esquina o un vetusto balcón. Es la fuerza de las Hermandades y Cofradías, que llevan más de 500 años derramando su gracia sobre nuestro querido Jerez de la Frontera, llevando la esperanza a tantos y tantos Jerezanos, porque, como recientemente ha proclamado nuestro nuevo Papa Francisco, crean o no crean, todos son Hijos de Dios. Es por ello que no debemos dejar pasar la oportunidad que, nuevamente, nos ofrece la historia, para dar testimonio auténtico de Fe por nuestras Calles y Plazas. Que seamos capaces de estremecer a todo aquél, que por la razón que sea, se asoma al aire jerezano para contemplar el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de una Madre, que fue la primera en la Fe.

Que Jerez entero sepa que las Cofradías siguen contribuyendo, entre otros estamentos de la Iglesia, al sostenimiento espiritual de muchas personas que, si no fuera por las mismas, no tendrían ni el más mínimo acercamiento, de forma tan directa y catequética, a la vida de Jesús y su Madre María. Disfrutemos todos de esta Semana Grande y que nos sirva de alimento para afrontar el trabajo que se amasa en el resto de los días del año. Suerte a todos.

(*) Pedro Pérez es presidente del consejo directivo de la Unión de Hermandades