En lo patrimonial, la Semana Santa no presenta grandes estrenos aunque sí algunas recuperaciones e incorporaciones de interés. Nos centramos en tres pasos, dos de ellos de singular atención artística como son el del Descendimiento y el del Santo Crucifijo. El primero de estos está siendo restaurado de los muchos daños que padece. Después de las actuaciones más urgentes en el palio, la actual junta de gobierno se ha decidido por la empresa del misterio, una de las obras cumbres de Manuel Guzmán Bejarano cuyas hechuras son perfectas para el impresionante misterio de Ortega Bru. De hecho, el genio de San Roque creó las escenas que se ven en las cartelas. Cuando se observe este paso el Viernes Santo disfrutaremos con mejor limpieza y detalle la riqueza de la talla junto al rico estofado e imaginería.

El segundo paso, el del Santo Crucifijo está siendo reparado en su dorado y talla, algo que le hacía falta desde hace mucho. Esta intervención llega después de inundarse el sótano de la casa de hermandad, por la rotura de una tubería, que afectó seriamente a la talla inspirada en la del Cristo del Amor de Sevilla, que realizó para la cofradía jerezana el artista conocido como Currito el dorador. Y un tercer paso, este nuevo, es el que portará al Cristo de la Salud, imagen que se incorpora este año al cortejo de las Tres Caídas como el tercer paso. La talla fue recuperada para el culto y restaurada por Francisco Bazán. Las andas son originales de Ovando, talladas en madera dejándolas en oscuro como el misterio. Su origen es del Prendimiento de Sanlúcar de Barrameda.

Siguiendo con las restauraciones, ahora de tallas, destacar la de La Confortación, la Virgen del Valle, La Candelaria y La Paz en su Mayor Aflicción. En menor medida, se registran algunos estrenos menores en avances de dorado y talla e insignias.