Cofradías

Domingo grande donde el fervor suplió al esperado sol

  • Tercer domingo de veneraciones con afluencia de fieles y cofrades que va creciendo conforme se va a acercando los días grandes de Semana Santa

Una imagen del señor de la Exaltación.

Una imagen del señor de la Exaltación. / Manuel Aranda

La Cuaresma ha roto a buena a pesar de lo desapacible del tiempo. Son dos jornadas de domingo donde el sol no ha imperado. A cambio estamos teniendo aguas muy necesarias que son brotes de vida. Los cofrades, se notó durante todo el día, echaban de menos a ese sol tan típico de jornadas de veneraciones (antes llamados besamanos).

Tercer domingo de Cuaresma en todo lo alto. Con grandes citas cofrades. Domingo de funciones solemnes y de trajes de negro. De pañuelos blancos calados en las chaquetas y de niños correteando por los altares. Domingo de Cuaresma sin que en Santiago hubiera veneración de la Buena Muerte, que lo fue el pasado domingo y equivocada estaba la cita en la guía del consejo. Una errata que nos ha confundido a muchos. Sin embargo, los aires de barrio puro vinieron desde la hermandad de Pasión en su oratorio a Santa Ángela de la Cruz. Allí estaba el Señor cautivo y su Madre Angustia de María.

El señor de Humildad y Paciencia. El señor de Humildad y Paciencia.

El señor de Humildad y Paciencia. / Manuel Aranda

Intramuros

Santa Marta y el Cristo de la Viga pusieron el contrapunto. Desde intramuros. Donde dos clásicos de la Cuaresma expusieron a sus imágenes cristíferas. Por su parte, Humildad y Paciencia en la Trinidad en una sobria pero elegante función de veneración. Y en La Granja, la preciosa imagen de Nuestra Señora de las Mercedes que se presentó muy bien vestida y con ese dolor bello si se permite la expresión. Y otra cita imprescindible y de barrio puro en Las Viñas con el Cristo de la Exaltación y su portentosa figura.

Día grande

En definitiva un día grande que, a pesar de lo desapacible del tiempo, no dejó de ser domingo grande de Cuaresma. Jornada de destellos de rayos dorados sin sol. Ayer se echó en falta. Pero que llegará para la culminación de un tiempo que nos conducirá hasta la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.

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