Nuestra Madre y Señora de la Trinidad, obra del imaginero alicantino Ramón Cuenca Santo, ya es un sueño cumplido para los buenos cofrades de la hermandad de Humildad y Paciencia. Un anhelo necesario encontrar el cobijo de la Madre para proseguir con el trabajo diario de una cofradía que presume de ser una de las más antiguas en procesionar de la ciudad.

La fecha estaba prefijada en el 8 de enero de 2023. Histórico día donde la ciudad acogía una nueva advocación como es la de Madre y Señora de la Trinidad por la relación histórica de la antigua hermandad en este mismo cenobio donde residía la comunidad trinitaria en aquella ciudad de los conventos.

Monseñor José Rico Pavés, obispo de Asidonia-Jerez, hacía acto de aparición junto al provincial de la Orden Trinitaria, Fray Pedro Aliaga Asencio y el director espiritual de la cofradía José Manuel Sánchez-Romero Martín-Arroyo. En una celebración donde la Iglesia, precisamente, celebraba el Bautismo del Señor.

La imagen se encontraba a un lateral del templo junto a San Juan que, ya, para siempre, acogerá la mano de la Señora en ese pasaje donde acoge a la mujer en su casa. La Santísima Virgen estaba vestida con un manto y saya de la Virgen de la Amargura de Cádiz mientras que San Juan estaba magnífico con un terno de la hermandad de las Penas de Córdoba. Destacar de la celebración la masiva asistencia de distintas juntas de gobierno de hermandades de toda Andalucía así como representación del consejo local y delegados diocesanos de las hermandades.

Una vez finalizada la misa, se llevó a cabo el acto de nombramiento de la Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos y de la Orden de las RR.MM. Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús como padrinos y madrinas, respectivamente, de la bendición.

Durante toda la mañana hubo un mundo de cofrades que quisieron estar presentes para verificar la hermosura de la Santísima Virgen. Además, también tuvo lugar un concierto de marchas de la Banda Municipal de Música de Jerez.

La imagen es de una expresiva belleza y es una dolorosa que encaja perfectamente con la singularidad y la forma de ser de esta hermandad. Una obra que se sale de lo común en estos lares pero que, precisamente por esta razón, aporta algo nuevo y fresco a la imaginería pasional y cofrade de la ciudad. La imagen de San Juan impactó en una gran cantidad de cofrades. En cualquier caso, enhorabuena a la hermandad por tener ya a la Madre en casa.

Momento de la bendición por parte de José Rico Pavés.