Cofradías

Veneraciones de las imágenes del segundo domingo de Cuaresma

Veneraciones de las imágenes del segundo domingo de Cuaresma

Veneraciones de las imágenes del segundo domingo de Cuaresma

San Juan de Letrán fue un hervidero de devotos que se acercaban a ver a Jesús. Solemne función de veneración para la imagen del Señor cargando con el madero que, en Cristina, es cruz de carey auténtica. Joya de las muchas que posee esta hermandad tan unida a la madrugada del Viernes Santo. Nuestro Padre Jesús Nazareno vestía, impecablemente, su túnico de las ‘Aves frias’. Otra joya que refleja la historia y la raigambre de esta cofradía. Y fue el segundo domingo de Cuaresma cuando Jesús descendió para encontrarse con su pueblo de Jerez. Sus hermanos y todo el Jerez cofrade rindieron pleitesía a Jesús, como gusta en la hermandad que se le nombre. Una cofradía que es toda ella una joya jerezana.

Hubo distintas funciones de veneración. Desde el Señor de la Clemencia en San Benito hasta  la zona sur donde se encontraba María Santísima del Amparo, reina de los corazones de los cofrades del Cristo de la Sed. Desde Las Torres, con las imágenes de la Salvación que ya esperan el próximo Martes Santo, hasta la parroquia de Fátima con el Señor de la Paz y la Virgen del Refugio. Un acto de veneración que pone en órbita a todo el barrio de la Constancia.

En los Desamparados estaba una de las imágenes más señeras de la ciudad: María Santísima de la Paz en su Mayor Aflicción. Clasicismo puro en la Albarizuela y todo cuidado hasta más mínimo detalle. Y en la ermita de Guía, las imágenes del Santísimo Cristo del Perdón y Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Otra cita habitual en el segundo domingo de Cuaresma donde son los dos titulares los que se exponen a todo el Jerez cofrade.

En la Catedral, la copatrona de la ciudad, Nuestra Señora del Socorro, con el Santísimo Cristo de la Viga de fondo en su retablo a medida. La Santísima Virgen vestía un manto muy decimonónico, con mucha hoja ancha en el dibujo y muy del estilo de la cofradía. Justo al pie de la nave de la epístola de la Catedral jerezana, también se podía visitar a la Virgen de la Luz de la hermandad de la Resurrección.

La Reina de los Ángeles estaba en Capuchinos y, en Santiago, las imágenes de la hermandad de la Buena Muerte. El crucificado y la Santísima Virgen del Dulce Nombre, obras de Castillo Lastrucci. Parecía el Señor de la Buena Muerte mirar hacia la otra nave de la parroquia donde residen las imágenes del Prendimiento. La gran hermandad de Santiago que parece estar viviendo horas bajas… a ver cuándo lo quiere el Señor que el bache se supere.

En la basílica de la Merced, Nuestro Padre Jesús del Consuelo aguardaba a los muchos devotos que se dieron cita. Flanqueado por dos romanos del paso de misterio que tallara Paco Pinto y que parecían presagiar la llegada de las legiones romanas rindiendo honores al Rey de Reyes en la mañana del Domingo de Ramos. Todo se andará siempre al paso elegante de la Roma Imperial.

En definitiva, una gran jornada de veneraciones o de besamanos. Con las imágenes muy bien vestidas en líneas generales y con altares bien  construidos para que tanto Cristo como María desciendan de sus retablos y se acerquen al pueblo fiel que en cada Cuaresma espera este bendito momento.

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