El taller del maestro bordador Ildefonso Jiménez está inmerso en el clásico trajín de la Cuaresma. Llegan las fechas donde los encargos y proyectos están a punto de entregarse a las hermandades para las que trabaja. Estandartes, mantos, sayas y hasta levitas para los servidores. Todo, en casa del bordador jerezano, tiene una solución. En cuanto a lo más cercano a su taller, por cuestión ya de casi de vecindad, se encuentra la hermandad de la Coronación de Espinas. Para la Santísima Virgen de la Paz en su Mayor Aflicción. Se trata de un terno que se ha llevado a cabo gracias a un numeroso grupo de devotos y hermanos de la Santísima Virgen. Ildefonso comenta sobre esta obra que “está bordada con piezas de unas casullas antiguas. Hemos utilizado dos capas pluviales y una casulla de sacerdote”. Se trata de un terno completo de manto con vistas y una saya. En terciopelo rojo guinda de seda francés que, según el bordador “es de una calidad extraordinaria”. Este mismo domingo, con motivo del besamanos de la Santísima Virgen, será bendecido y presentado a los hermanos, luciéndolo la imagen de la Paz durante toda la jornada en la capilla de los Desamparados. Un terno que está destinado para cultos o el mismo besamanos.

Otros proyectos

En el taller ubicado en la calle Arcos, Ildefonso Jiménez ultima dos importantes trabajos que se han venido desarrollando durante todo el año. “Por un lado un estandarte de San Antonio para la hermandad del mismo nombre de Arcos de la Frontera y, por otro lado, estamos también a punto de entregar una bandera fundacional para la hermandad de Humildad de Málaga”, comenta el bordador. Todo ello sin contar con los trajes de librea y la confección de uniformes y túnicas de prácticamente todas las hermandades. Y un capítulo aparte como son los escudos de las hermandades enriquecidos y muy elaborados para lucir los nazarenos en las capas. Para el 2025, Ildefonso se prepara para “dos importantes proyectos de envergadura”. Unos propósitos que hasta que no se formalicen no se pueden a dar a conocer.

Además, Ildefonso Jiménez continua con la enseñanza del arte del bordado en su taller como maestro bordador. Durante años, el taller de la calle Arcos viene desarrollando también esta importante labor de la docencia para que no se pierda el antiguo oficio del bordado.

Hay que recordar que el jerezano mantiene la antigua técnica y el oficio de los grandes bordadores de Sevilla. Su aprendizaje en el arte del bordado lo adquirió nada menos que en el taller sevillano de la familia Carrasquilla donde adquirió los conocimientos apropiados que ahora desarrolla en sus importantes proyectos con diseños enriquecidos y la calidad de sus trabajos.

Manto diseñado y ejecutado en el taller de Ildefonso Jiménez.