Diario de Pasión

Sol y calor para empezar

  • La climatología, quién lo iba a decir hace apenas 15 días, favoreció a que la jornada fuera magnífica · ‘Amarguras’, interpretada a la Virgen del Socorro, fue la primera marcha de palio de esta Semana Santa

Domingo de Ramos soberbio el vivido ayer, desde la Catedral hasta La Merced, desde la Albarizuela hasta el colegio de San José pasando por las Angustias. Cinco puntos cardinales del Jerez cofrade que ayer se llenaron a rebosar de público ávido de pasos en la calle. Porque, a decir verdad, hace quince días no apostaba casi nadie por que fuéramos a tener un día tan perfecto climatológicamente hablando.

La cuestión es que a eso de las cinco de la tarde, cuando la primera Cruz de Guía de nuestra Semana Santa se puso en la calle, por la Catedral se veía algo más de público que en años anteriores, señal de que la gente tenía ganas de salir a la calle y eso a pesar de que muchos habían ido a Chapín a vivir a su manera la pasión. Los hermanos del Perdón comenzaban su andadura camino de la Carrera Oficial con la esperanza de que la de ayer fuera la última vez que lo hicieran precisamente desde ese punto, porque a decir verdad, son ya demasiados sin poder salir desde la Ermita de Guía por la incompetencia de unos cuantos. Bajo el gorjeo de los gorriones salía a la calle el valiente Cristo salido de la gubia de Pinto Berraquero con su característico monte de claveles rojos. Zancada larga la de los hombres de Manuel Jesús Tristán para encaminar sus pasos en dirección a la plaza de la Encarnación. Tras Él, la Señora del Socorro, estrenando la restauración de su saya de salida y bajo su característico palio de cajón, salía de la Catedral a los sones de Font de Anta con la marcha ‘Amarguras’. ¿Qué mejor forma de comenzar la Semana Santa que ésta?

Mientras tanto, en las inmediaciones del colegio de San José, en el barrio de San Marcos, con el misterio de la Borriquita ya avanzando a los sones de la Victoria de León, la marabunta ya era espectacular. Buena noticia para los vendedores de “la avellana y la patata” y para los bares de Rafael Rivero, que parece que podrán arreglar algo el desaguisado de los últimos meses de lluvias y temporales. Tampoco era poca la gente que se había acercado hasta la Merced para empezar a ver cofradías cuando el Señor del Consuelo en el Desprecio de Herodes se echaba a la calle a los sones de la banda Zoilo Ruiz-Mateos. Un sonoro aplauso por el esfuerzo de los costaleros de José Manuel Muñoz, que ayer hizo ‘doblete’ en el martillo al dirigir también el palio de Madre de Dios de la Misericordia.

En San José, mientras, la Estrella está a punto de salir. Lo observa todo con absoluto gusto el obispo, José Mazuelos, que vive su primera Semana Santa en nuestra ciudad. Por la Albarizuela el soberbio misterio de La Coronación avanza sus pasos hacia Gaspar Fernández buscando el barrio de San Pedro, una estampa que, no por repetida, deja siempre un exquisito gusto en el paladar de los más selectos cofrades. Antes de la salida del misterio, su capataz, Manuel Campos, tuvo un bonito gesto al dedicar la levantá a los que por cualquier motivo lo están pasando mal.

En la calle Nueva, Madre de Dios de la Misericordia ya camina junto a su gente. Muchos piropos para esta dolorosa de tez morena y cuyo palio estrenaba el bordado de las caídas interiores, una obra del jerezano Ildefonso Jiménez. Es en este tramo donde se acumula más público y también muchos aficionados a la fotografía bien equipados con sus bolsos, trípodes y demás elementos para sacar la foto perfecta.

Es en la estrechez de Bizcocheros donde mejor se aprecia la majestuosidad del palio de la Paz y Aflicción, cuya trasera, aquella que fue cartel de nuestra Semana Santa hace 20 años, también luce diferente tras la restauración de sus candelabros de cola. Mientras, por las Angustias, capirotes negros invaden la plaza buscando la calle Higueras. La sobriedad del cortejo, que vuelve a lucir cirios color tiniebla 30 años después, es interrumpida por el canto del Stabat Mater por la escolanía de niños que precede a Nuestra Señora de las Angustias. La tarde empieza poco a poco a caer.

Recogidas

Tras poco más de cuatro horas en la calle y después de una estación de penitencia marcada por la austeridad, la hermandad del Perdón se recogía en la Catedral con la esperanza de que el año que viene pueda alargar su recorrido hasta Cuatro Caminos. La Borriquita, tras abandonar el primer templo jerezano por las estrecheces de Aire y Visitación, buscó la calle Limones para llegar al Carmen, para rememorar la antigua y estrecha relación con la comunidad carmelita. De ahí hasta San José la hermandad estuvo acompañada por una marea humana que se dejó notar sobre todo en Tornería. No había más gente en Carpintería Baja porque no cabían, pero el paso de la cofradía del Transporte por este punto fue sencillamente espectacular. El trabajo costalero fue duro pero preciso, algo que supo apreciar el público ahí congregado. En San Miguel, el Ave María volvió a recibir a la Virgen de las Angustias bajo la penumbra de una plaza León XIII a oscuras y abarrotada de gente y en Los Desamparados muchos despedían esta primera jornada buscando la recogida de la Coronación.

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