La Diócesis de Huelva, a través de un decreto general ejecutorio firmado por el vicario general del Obispado, el religioso agustino Emilio Rodríguez Claudio, devuelve a la situación anterior el mes de febrero las celebraciones y actos públicos religiosos en las calles. El decreto manifiesta que teniendo en cuenta el cese del estado de alarma y sin que esto “suponga el fin de una situación sanitaria excepcional”, tanto la administración autonómica como local “irán dictando disposiciones y limitaciones respecto a la celebración de actos en la vía pública”.

Ante esta circunstancia, la Iglesia de Hueva decreta que cualquier tipo de acto en la vía pública “deberá respetar escrupulosamente las disposiciones sanitarias vigentes emanadas de las autoridades civiles en cada tiempo y lugar”. Y añade que para la organización de este tipo de actos —procesiones— “se deberá recabar el permiso taxativo y por escrito de la autoridad municipal competente del lugar donde habrá de desarrollarse el acto”.

Por último, el decreto refiere a la necesidad de tener “el visto bueno del cura párroco” de cada iglesia donde se organice un acto público en las calles.

Se trata del primer movimiento por parte de la Iglesia del sur de cara a las procesiones que se podrían ir desarrollando en este nuevo escenario que se abre tras la vuelta a la normalidad una vez llegado el fin del estado de alarma y el alto número de vacunación que se está llevando entre la población.

Decreto firmado por el vicario general, el religioso agustino Emilio Rodríguez Claudio.