Francisco Javier Ramírez Cachinero – Ex hermano mayor del Prendimiento

“Me he inmolado para sanear el estado interno de la hermandad”

  • ‘Cachi’ ofrece a este periódico las explicaciones y las razones que le obligan a tener que dimitir como hermano mayor de la corporación del Miércoles Santo

Francisco Javier Ramírez Cachinero, ‘Cachi’, presentó su dimisión hace unos días como hermano mayor del Prendimiento.

Francisco Javier Ramírez Cachinero, ‘Cachi’, presentó su dimisión hace unos días como hermano mayor del Prendimiento. / Miguel Ángel González (Jerez)

—¿Todo el Jerez cofrade le gustaría saber la razón por la que usted dimite como hermano mayor en plena Cuaresma.

—Son un cúmulo de circunstancias. Una persecución masiva orquestada por una sola persona y secundada por otra de la junta de gobierno. Todo tiene un límite. Yo tengo familia y tengo un aguante. He soportado más de la cuenta quizá por la corporación, pero ya esto me estaba costando la salud y había que parar. Lo que se merece ahora la hermandad es sanearla por dentro y que vengan hermanos que sean savia nueva que los hay muy interesados. Sería muy justo que estuvieran ahí. Es lo que deseo como hermano del Prendimiento. Personas nuevas sin ganas de manipular. Lo que no vale es poner un hombre de paja y después decirle lo que tiene que hacer. Eso creo que no vale.

—¿Usted ha sido un hombre de paja?

—Nunca me he considerado como tal. Cualquiera que me conozca sabe de mi personalidad y a mí nunca me ha manipulado nadie. Ese ha sido el problema que quizá pensaron que me podían manejar.

—Los problemas a los que usted alude tienen nombre y apellido. Otra cosa es que los quiera decir.

—Me da mucha pena cuando la gente dice que hay que ver cómo está la hermandad del Prendimiento. Pues yo le diría que no es la hermandad sino ciertas personas que están dentro de la institución ¿Tienen nombre y apellidos? Pues claro que los tienen y todos los sabemos, pero obviamente no los voy a decir. Y no son muchos. La gran mayoría de los hermanos del Prendimiento sabemos esos nombres. Así que yo confío en que el Obispado no vuelva a fallar y vuelva a actuar con unas nuevas elecciones para que llegue alguien con las ideas claras y que sea el hermano mayor de todos.

"Una persecución masiva orquestada por una sola persona y secundada por otra de la junta de gobierno".

—Cuando dice usted a que el Obispado no vuelva a equivocarse, ¿a qué se refiere concretamente?

—A que nos dejen actuar como hermandad y que no intercedan. Si el hermano mayor va a cesar a una teniente hermana mayor que sea cesada. Y que si el hermano mayor va a cesar al mayordomo que sea también cesado. Así de fácil. Y si no se confía en el hermano mayor pues que se cese el hermano mayor. Yo quise destituir al mayordomo. Y me daba mucha pena tener que actuar así porque es una persona válida y le tengo un gran cariño, pero no atendía a mis directrices. Tenía a un equipo que no era de mi confianza y me preocupaba mucho el patrimonio de la hermandad. Desde el Obispado se me pide que aguante hasta después de Semana Santa. Yo expuse que la situación era límite e insostenible y que realmente no conocían lo que estaba ocurriendo en el Prendimiento. Si no es posible poder cesarlo hasta después de la Cuaresma yo me voy a mi casa. Y de ahí viene mi dimisión. Además de otros problemas como una división muy fuerte en la junta de gobierno. Yo era el hermano mayor electo pero había otro supuesto hermano mayor que gobernaba a algunos miembros de la junta. Eso es lo que está pasando en el Prendimiento. El paso que he dado ha sido firme, difícil, valiente y espero que sea para la mejora de la hermandad. Pienso que me he inmolado para sanear el seno interno de la corporación. Es lo que deseo.

—¿Cómo se gestiona su dimisión?

—El 20 de febrero me presento en el Obispado después de algunas conversaciones. Allí presento un documento en el que solicito el cese del mayordomo por no atender a las indicaciones que yo le iba apuntando. Él hacía lo que estimaba oportuno sin coordinarse conmigo. Me informaba pero no coordinaba conmigo. Y en su defecto, presentaba entonces yo mi dimisión. Ese documento no me lo quieren recoger porque hasta después de Semana Santa don José no quiere recoger documentación alguna del Prendimiento. Sin entenderlo lo asumo porque parto de la idea de que es nuestro pastor. En otra conversación que mantengo con la delegada diocesana tampoco me quiso coger la carta, aunque yo se la dejo en su mesa sin sello de entrada. Ella me insistió en que quería hablar con el mayordomo para intentar que pusiera de su parte apartando a las personas que no son de mi agrado. En definitiva para ver si se puede salvar la Cuaresma. Ese mismo día me reúno con el mayordomo y con el teniente hermano mayor para solucionar el problema sin dar ruido. En esta reunión el mayordomo me dijo que la delegada le había dicho que todo seguía igual. Era todo lo contrario de lo que me dijo a mí. Con lo cual, alguien faltaba a la verdad. Nos reunimos en ese mismo instante la mesa de hermandad con la incorporación del secretario y el tesorero. Y viendo la orquestación que se estaba montando, decidí irme. Me levanté y me fui. Así fue mi dimisión. Por la noche, en casa, le conté a la delegada lo ocurrido en la reunión vía WhatsApp. Y le comenté que viendo que no había vuelta atrás me consideraba dimitido desde ese momento. Es lo única salida que me dejaron. Al final la que ha perdido ha sido la hermandad del Prendimiento por unos egos personales y que todo el mundo sabe quiénes están detrás de todo esto.

—¿No recibe el respaldo de nadie en ese momento?

—Quiero comentar que el presidente del consejo me llamó para interesarse de cómo iban las cosas. Yo le explico y le traslado mis inquietudes y las cuestiones que no entiendo. Me dijo que lo interesante era que yo pudiera hablar con el señor obispo. Me comentó que iba a hablar con la delegada para que si hiciese una reunión a tres bandas con el obispo él y yo. Yo hubiera ido encantado a esa reunión porque veía que podía ser importante. Pasaron los días y como no me llamaba le llamé yo. Lo que me dijo José Manuel García era que en la delegación le habían parado los pies. Que era un problema que llevaba la delegación y que no se metiera en este asunto. Con lo cual hay cosas que se me escapan. Un hermano mayor que no puede cesar y un presidente al que le piden que no se meta en el asunto.

—¿Habrá algún tipo de problema de cara al Miércoles Santo en la situación en la que está la hermandad?

—Pienso que no. Hay un mayordomo, un tesorero, un secretario y un diputado mayor de gobierno. No tiene por qué haber ningún problema. Ese día todos estamos con el Señor y con la Virgen y todo saldrá bien. Estoy seguro.

—¿Cuál es el futuro del Prendimiento?

—Ahora está en manos del Obispado. No depende de nosotros. Desde la delegación y el señor obispo decidirán. Ahora bien, yo pienso y reivindico unas nuevas elecciones y que salga un candidato de consenso. Si hubiera varios candidatos pues tampoco pasaría nada. Si es el reflejo de una fractura en la hermandad es que esa es la verdad. La hermandad está partida. Sin embargo, yo creo que las divisiones se pueden curar. Y de hecho se estaban curando muchas heridas en los últimos meses. Con un encuentro muy bonito de ambas candidaturas que estaban muy distanciadas y que decidimos caminar juntos. Esta junta pensaba incluir a nuevos nombres de la otra candidatura como Abraham Soto que era el otro candidato y que espero y confío que lo sea después de Semana Santa. Eso es lo que espero.

—¿Y una gestora?

—Una gestora se está pidiendo desde algunos círculos de la hermandad. La piden porque le interesa a algunos. E incluso piensan en ser miembros de la gestora. Sería un atraco a la hermandad del Prendimiento. Los hermanos tenemos derecho a gobernarnos a nosotros mismos. Y pido al Obispado que nos dejen trabajar a los hermanos para solucionar los problemas que tenemos.

"Se estaban curando muchas heridas en los últimos meses. Hubo un encuentro muy bonito de ambas candidaturas".

—¿Abraham Soto es el futuro de la hermandad?

—Bueno hay otros nombres en la palestra. Abraham es un hombre al que le tengo un gran cariño y respeto. También Manuel Fernández podría ser otra persona cualificada. Ya fue hermano mayor e hizo un gran trabajo. Ojalá sea algunos de ellos o los dos en el mismo equipo. Lo importante es que el candidato que salga sea apoyado por todos y que no se haga lo que se ha hecho conmigo. He aguantado más de la cuenta por la hermandad, no por mí.

—Cachi dónde estará el próximo Miércoles Santo, ¿con la túnica, de costalero o directamente en la acera?

—Yo siempre acompañaré al Señor. Con mi túnica puesta. Por supuesto.

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