José Rico Pavés | Obispo de Asidonia-Jerez

“En la Yedra no se buscaba señalar ni descalificar a nadie”

  • El prelado asidonense acoge el inicio del curso eclesial con la presencia de la Virgen en coronación de la Estrella y la culminación que puede estar puesta en la procesión magna mariana

Monseñor José Rico Pavés en el patio principal de la sede del Obispado.

Monseñor José Rico Pavés en el patio principal de la sede del Obispado. / Manuel Aranda (Jerez)

—Arranca el nuevo curso diocesano que, si no nos falla la memoria, es su tercero como obispo de Asidonia-Jerez ¿Qué podemos esperar de este nuevo ciclo?

—A nivel de Iglesia Universal, el inicio del curso coincide con la apertura de la primera sesión del Sínodo al que el Papa nos ha venido invitando con insistencia y que se resume muy bien en la visita Ad Limina en enero de 2022. El objetivo de la sinodalidad no es simplemente cumplimentar un cuestionario para recoger muchas propuestas sino generar un estilo de pertenencia eclesial en el que se cuenta con todos. Queremos caminar juntos y tenemos esa invitación fuerte. Además, el Papa también nos anima a que vayamos preparando ya el Año Santo de 2025. Con ese motivo han venido algunas indicaciones que se plasman en la Semana de Teología que ha recogido la petición expresa del Santo Padre de leer las cuatro constituciones del Concilio Vaticano II. A nivel de Conferencia Episcopal también tenemos algunas indicaciones con documentos que esperan ser recibidos por parte de las diócesis. En Asidonia-Jerez queremos implementar los ministerios laicales instituidos. Es decir, actividades que van a ser asumidas por laicos de manera estable. Me refiero a los ministerios catequéticos o acólitos y lectores en la liturgia. Dentro del ámbito de los Obispos del Sur queremos, con motivo de un documento publicado el mes de junio bajo el nombre de ‘María Estrella de la Nueva Evangelización’, sacar ideas y proyectos dentro de la piedad popular, trabajando con las hermandades. Con estas indicaciones he querido proponer algunas orientaciones que son el eco de estas propuestas hechas a nivel de Iglesia Universal, de la Conferencia Episcopal y de los Obispos del Sur.

—El pasado día 24 la estructura diocesana establecida tras un año de prueba. Algo que comunicó usted a través de un decreto.

—Todo es reformable a nivel de estructura. Pero tenemos que adaptarnos a las exigencias de cada momento cuidando lo fundamental que es la transmisión de la fe, la celebración de la fe y el compromiso de caridad o con la vida de oración. Así que el modo en el que cumplimos estas dimensiones constitutivas de la vida cristiana podemos organizarlo de una manera u otra. Estoy contento con las novedades que se incorporaban, principalmente con la presencia activa de laicos en tareas de gobierno y que se han equiparado a las figuras de vicarios como directores de departamentos. Todo esto supone un esfuerzo de coordinación grande en cuanto a horarios propios de quien tiene familia y trabajo con los sacerdotes que tenemos otro ritmo en nuestro quehacer diario. Cuando los laicos tienen más posibilidad de encuentro, que es en el fin de semana, los sacerdotes estamos más ocupados.

—El último nombramiento ha sido el delegado e Caritas Diocesana que lo ocupará el vicario judicial, el sacerdote Miguel Ángel Montero.

—He nombrado a don Miguel Ángel Montero que es vicario judicial y vicario de asuntos jurídicos. Este último cargo se encarga de relaciones institucionales con el Ayuntamientos u otro tipo de administraciones. Ahí, Cáritas Española está en un proceso al renovarse sus estatutos hace algo menos de dos años. Toca, por tanto, renovar los estatutos también a nivel local. Este trabajo se le ha encargado a quien está dentro de la Diócesis de vigilar todo lo que tiene que ver con los cambios legislativos. Es por ello por lo que asume esta tarea, para ajustar de manera jurídica todo lo que se está haciendo.

"Estoy contento con la nueva estructura diocesana y la participación en cargos directivos de los laicos”

—La carga de trabajo de algunos sacerdotes es digna de elogio.

—Necesitaríamos más sacerdotes. La manera de llegar donde hay necesidades es formando equipos. Si estos sacerdotes estuvieran solos en los destinos evidentemente no los podrían llevar a cabo. Lo peculiar es utilizar una fórmula que el Código de Derecho Canónico permite como es la de trabajar solidariamente a través de equipos. Esto ocurre, por ejemplo, en las parroquias del centro donde se ha incluido Santiago y que tienen una gran carga de trabajo en cuanto a hermandades y patrimonio. Sin embargo, son parroquias con muy pocas personas o feligresía. Una manera de poder atender adecuadamente esta realidad es a través de equipos de trabajo.

—El inicio del curso tiene una gran protagonista como va a ser la Virgen de la Estrella y su coronación. Usted comentaba en una carta pastoral que con esta coronación se cerraba un círculo que se abría en la sierra con la Virgen del Rosario de Bornos, la bahía con la Virgen de los Dolores de Sanlúcar y la campiña con la Virgen de la Estrella ¿Se cierra este ciclo de coronaciones hasta nueva orden?

—Por lo pronto estas coronaciones tienen en común que estaban programadas antes de mi llegada. Por tanto, yo solo he recorrido el fruto de lo que otros han sembrado. A nivel de experiencia personal lo considero como un regalo también el poder extendernos mediante el signo de la coronación a toda la Diócesis que nos ponemos a los pies de la Virgen María en las zonas que usted comentaba. Para mí ha sido como algo providencial. Abrazar a toda la Diócesis por medio de estas coronaciones para que, acudiendo a la Virgen María con diferentes nombres, expresemos una verdad fundamental: que queremos ser todos de María.

—Son días de exultación estos que tenemos por delante con la coronación de Nuestra Señora de la Estrella.

—Sin duda. De los momentos más gozosos que estoy viviendo en la Diócesis tienen que ver con las coronaciones que estoy viendo y que se han preparado con mucho celo. Todo este proceso ha puesto en movimiento a muchas personas no solo en la culminación, sino en la totalidad de todo el proceso alrededor de una devoción. Trabajar también en un proyecto de formación y de caridad para que sea esto lo que resplandezca. Que no sea simplemente embellecer la imagen de la Virgen titular, sino que sea el signo de una realidad más grande. Este es lo que nos pide la Virgen.

—Entiendo que de momento no se va a hacer público la coronación de ninguna otra imagen.

—De momento no. Sí sabemos que las hermandades que tienen inquietud por ello están trabajando. Estamos en conversaciones con la hermandad de la Soledad que están trabajando muy bien. Y también este verano se ha movilizado mucho una de las asociaciones de María Auxiliadora. En este sentido quiero subrayar que se trata de ponerse a caminar y de unificar esfuerzos como podría ocurrir en el trabajo que se está llevando sobre María Auxiliadora que debería de ser una propuesta conjunta de toda la familia salesiana de la Diócesis.

"El Prendimiento tiene una junta en funciones para poner las condiciones y garantías de unas elecciones”

—El verano nos trajo la inhabilitación del hermano mayor de la Yedra. Los cofrades se han hecho muchas preguntas ¿Qué ocurrió realmente?

—En el periodo final de la junta de gobierno se sucedieron una serie de actuaciones que no estaban coordinadas con las directrices del Obispado. Y esto es lo que se ha querido corregir antes de que el equipo de gobierno acabara su tarea. Implicaba gestionar una situación compleja como es el final de un periodo de gobierno y unas elecciones. No se buscaba el revuelo que se ha generado y mucho menos, y esto quiero reiterarlo las veces que sean necesarias, no se buscaba señalar a nadie ni entender que se estaba descalificando la acción de una persona o de un equipo que antes de estas últimas actuaciones ha sido ejemplar. Confío en que, lo que haya podido haber como ofensa o como daño personal, se pueda subsanar cuanto antes. En eso estamos. Esto ha servido para demostrar, una vez más, la necesidad de una actualización de las normas diocesanas. Existen lagunas en muchos campos sobre todo en la parte sancionadora. La pena más grande que está recogida es la inhabilitación por cinco años de una persona que decida dimitir de la junta. Sin proceso sancionador uno queda inhabilitado para presentarse en cualquier junta de gobierno. Pero esto no viene en el capitulo sancionador. En este apartado, finalmente, se deja a la autoridad eclesiástica, que en este caso es el obispo, o quien actúa en su nombre, como puede ser el vicario general o la delegación diocesana. Si queremos actualizar las normas y mejorarlas uno se pregunta si habría que ampliar la parte disciplinar y sancionadora. Yo creo que esa no es la intención sino más bien simplificar procesos que con el tiempo se han ido haciendo complejos y esto es fuente de conflictos. En cierta forma se ha venido haciendo una actualización de las normas con los distintos decretos y pongo por ejemplo la pandemia. Ahora lo que toca es compilarlos en un solo texto.

—Estamos pasando por el valle oscuro de esta entrevista y no tengo más remedio que preguntarle por el Prendimiento y hasta dos cabildos suspendidos por falta de quórum.

—Si ahora mismo hay una junta en funciones es para poner las condiciones que permitan un proceso electoral con garantías. Y cuando me refiero a garantías es que todas las partes sean conscientes de que no puede haber un margen para el error. Además, se encomienda no interrumpir la vida de la hermandad. Ahí es donde entra la necesidad de la restauración de la imagen de San Pedro. Estamos valorando si finalmente se va a poder autorizar esta restauración sin más, ya que peligra uno de los titulares de la hermandad. Pero lo que está claro es que se tiene que trabajar para dotar a la hermandad de lo que ahora le falta ¿Y qué es lo que le falta? Pues un reglamento interno. Es por ello creemos necesario la redacción de un reglamento para clarificarlo todo. El censo, por otra parte, está abultado porque no está puesto al día y eso incide en que el quórum sea más elevado.

—¿Cabe la posibilidad de que la falta de confianza de los hermanos en la actual junta sea el motivo de no conseguir el número mínimo de asistencia a un cabildo?

—Se reprocha que es una junta no elegida. Y eso no es cierto del todo. Los que están ahí no han llegado por su cuenta, sino que formaban parte de una candidatura legítimamente elegida. El hermano mayor da un paso atrás y se genera esta situación. Los hermanos nos pidieron la formación de una nueva gestora. Así que lo más sensato es que siguieran los elegidos de forma legítima. A mi me da tranquilidad de que todas las decisiones de la vida interna de la hermandad las consultan con la delegación. No están actuando al margen de la vida de la Iglesia Diocesana.

—¿Le gusta a usted la música cofrade? ¿No ha habido quizá demasiado ruido este verano con el asunto de las bandas de música?

—Se entiende perfectamente. Cuando uno se acerca a la Semana Santa por primera vez le impacta la vitalidad de las hermandades y también la vitalidad de los acompañamientos musicales que son una relación muy cuidada de años. Ese un binomio hay que destacarlo.

"La celebración de una magna no puede olvidar el año jubilar por el centenario de la coronación del Carmen?

—¿Habemus Magna?

—Es cierto que en las diócesis vecinas han organizado sus procesiones magnas y había siempre en Jerez la pregunta de cuándo nos tocaba a nosotros. Envié una carta al presidente para hacer público lo que se había hecho en este sentido. Ahí se recoge la petición de dos magnas. Todo lo relacionado al jubileo habrá que hacerlo siempre sabiendo la agenda que podría tener Roma porque habrá también un jubileo dedicado a la piedad popular. No tendría sentido convocáramos algo en la Diócesis que luego se viera pisado por un anuncio superior. Así que se ve bien una magna como preparación para el jubileo que será en el año 2025. Después vino la declaración del Año Jubilar con motivo del centenario de la coronación de la Virgen del Carmen. Este acontecimiento hay que tenerlo en cuenta. Arrancamos el curso con la coronación canónica de la Virgen de la Estrella y a partir de abril de 2024 vamos a celebrar este año jubilar mariano. La celebración de una magna no puede ignorar este acontecimiento. Así que la organización de una magna en octubre de 2024 se ve bien y no pisa el posible calendario del jubileo. Con esos parámetros corresponde a la Unión de Hermandades formular una propuesta que tendrá que ser aprobada por el pleno de hermanos mayores. Eso es lo que esperamos que se vaya concretando.

—¿Qué le pide al Señor el pastor diocesano cara al nuevo curso?

—Pues que nos permita mirar a María. Mira la Estrella y mira a María. Y cuando lo hacemos juntos estamos cumpliendo aquello que da origen a la Iglesia. Fue en Pentecostés cuando los Apóstoles recibieron el Espíritu junto a María. Y cuando esto ocurre desaparecen nuestras diferencias y nos sabemos con la alegría de llevar a todos el Evangelio. El deseo está puesto en fortalecer el impulso evangelizador. Esta es mi petición al Señor.  

El obispo Rico Pavés en un momento de la entrevista concedida a Diario de Jerez. El obispo Rico Pavés en un momento de la entrevista concedida a Diario de Jerez.

El obispo Rico Pavés en un momento de la entrevista concedida a Diario de Jerez. / Manuel Aranda (Jerez)

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