
Besapiés y besamanos del primer domingo de Cuaresma en Jerez
Una docena de imágenes estuvieron expuestas en besapiés y besamanos en una jornada lluviosa
Un viacrucis marcado por el riesgo de lluvia
Una docena de imágenes estuvieron expuestas en besapiés o besamanos a lo largo de este primer domingo de Cuaresma. La lluvia marcó la jornada, pero no faltaron los numerosos fieles que acudieron a venerar a las tallas que se expusieron durante esta jornada. En San Miguel, con el Santo Crucifijo de la Salud ya en el altar mayor de este imponente templo, estuvo en besamanos la imagen de María Santísima de la Encarnación.
Mientras, en la Iglesia de San Francisco también estuvo expuesta la dolorosa de la Esperanza, de las Cinco Llagas, tras el besamanos al Señor de la Via-Crucis del pasado Miércoles de Ceniza.
Numeroso público también pasó por Santo Domingo y por San Juan de Letrán para venerar a Jesús Orando en el Huerto (la hermandad ha celebrado su quinario durante los días pasados) como ante Jesús Nazareno.
Siguiendo en el centro de la ciudad, también estuvieron en besapiés la imagen del Crucificado de la Salud, de las Tres Caídas, poniendo fin a una intensa semana en San Lucas al coincidir el primer domingo de Cuaresma con el primer viernes de marzo.
El Amor también expuso en besamanos a su Señor Cautivo en el Convento de Santa María de Gracia, donde celebra sus cultos cuaresmales.
Y en San Juan de los Caballeros, la Vera-Cruz dio por finalizado un besapiés del Crucificado de la Esperanza que en este año, de manera extraordinaria, se ha desarrollado desde el Miércoles de Ceniza con motivo del Año Jubilar de la Esperanza.
Ya fuera del centro histórico, fue una jornada donde muchos fieles se acercaron a la Parroquia de Madre de Dios para rendir veneración a la dolorosa de Amor y Sacrificio, una de las imágenes marianas de mayor devoción de la ciudad.
Y también fue una jornada destacada para dos cofradías de barrio. En San Benito, la Clemencia tuvo expuesta en besamanos a María Santísima de Salud y Esperanza. Mientras, en La Granja, el Soberano Poder exponía en veneración a su imagen a la par que celebraba el regreso a la parroquia de María Santísima de las Mercedes, que ha sido restaurada durante varias semanas.