La gran exposición pendiente

LAS cofradías montan exposiciones conmemorativas con motivo de aniversarios fundacionales o de hechuras de sus titulares, por coronaciones canónicas; ponen en marcha importantes acciones divulgativas sobre patrimonio, estrenos, novedades... Todo es susceptible de poderse montar una gran movida, que no está nada mal. ¿Pero para cuándo una gran exposición sobre la Caridad, sobre lo que las hermandades aportan en materia de acción social? Sería interesante que alguien lo sugiriera porque a estas alturas y con la que nos cae al mundo cofrade, no basta que de boquilla, y casi susurrándolo, digamos lo que se hace a favor de los más desfavorecidos. El dato global que se puede extraer pondría bien a las claras lo que en ese territorio hacen las hermandades o la Iglesia, que al fin y al cabo forman parte de ella. Que la caridad debe ser anónima y no buscar la propaganda, lo podemos suscribir. Ante esta máxima también cabe plantear si ese evangélico anonimato no merecería una reflexión sobre la conveniencia de que la sociedad conozca que las cofradías hacen mucho más, que los dineros de los palcos no son solo para pagar bandas, cera, flores... ¿Qué tal sería si el nuevo Consejo que entre lo proyectara? Ahí queda.