Cofradías

El rayo que cambió la historia de San Juan

  • Hoy se cumplen 39 años de aquel suceso que sacudió un campanario e hizo temblar a tres cofradías

Imagen de la torre campanario de San Juan de los Caballeros.

Imagen de la torre campanario de San Juan de los Caballeros. / Pascual (Jerez)

No es un número cabalístico ni redondo. Pero es una efeméride como cualquier otro 10 de mayo, con independencia de que el treinta y nueve será más o menos bonito. Hoy se cumple aniversario desde que un rayo, en el año 1981, cayera en la torre campanario de la iglesia de San Juan de los Caballeros y se llevara por delante no solo el palio de la bellísima Virgen de los Remedios, sino también las ilusiones de tres hermandades que convivían desde hacía años: Rosario de Capataces y Costaleros, La Vera Cruz y el Cristo del Amor. Un templo que tras este grave acontecimiento tuvo que ser clausurado sine die.

Todo ocurrió por la tarde. Entró como una exhalación y cubrió de fuego una antigua escalera de caracol que conducía hasta el campanario. Allí se encontraban los enseres de la hermandad del Amor y el palio de la Señora, estrenado en el año 1978, que quedaba fulminado.

Juan Luis León, hermano mayor del Amor, comenta que “se hicieron gestiones con el obispo don Rafael Bellido pero no encontramos el cobijo que hubiéramos deseado. Fueron las hermanas agustinas de Santa María de Gracia las que nos acogieron durante unos años”. La hermandad, salía desde la Catedral y el resto del año las imágenes recibían culto en el cenobio de ‘Santa Rita’. Concretamente estas salidas tuvieron lugar desde el año 1982 a 1987. “Si la hermandad del Amor existe actualmente, fue por el coraje de aquellos cofrades que nos precedieron y que lucharon como titanes. A ellos se les debe la compra del terreno donde se edificó la capilla actual”, recuerda ahora Juan Luis. Cofrades jerezanos como Miguel Macías, Diego Rodríguez Montenegro, Jerónimo Palomo y el gran trabajo que realizaron Juan Antonio Cardín, Manolo León, Jesús Fernández, Pepe Verdugo o Pepe Soto. Capítulo aparte para doña Victorina Cabanillas Ysasi que contactó con Patrimonio en el Gobierno de Madrid para la restauración de San Juan. “Sin embargo, don Rafael dijo que no; y no hubo forma de poder llevar a cabo nuestro proyecto para rehabilitar el templo una vez clausurado”, afirma el hermano mayor.

El rayo de San Juan de los Caballeros marcó un antes y un después en la modesta hermandad del Amor. “Ahora, con el paso del tiempo, quizá no hay mal que por bien no venga. Afortunadamente estamos en nuestra capilla y tenemos una muy intensa vida de hermandad gracias a que disponemos de unas instalaciones que han sido construidas acordes con nuestro gusto de cofrades”, sostiene Juan Luis León. Al Amor, “nadie nos regaló nada —asegura—. Quizá don Rafael estuvo mal asesorado en su momento y se le contó historias que nada tenían que ver con nuestra hermandad. Es posible que por este tipo de comentarios nos cerró la mano”.

Vera Cruz

La otra gran damnificada fue la hermandad de la Vera Cruz que tuvo que buscar refugio en el antiguo colegio de los Marianistas en la Porvera. Durante unos años, la cofradía tuvo que salir desde una nave situada en la calle Gaitán. En un artículo publicado en la revista donde la hermandad celebra sus 475 años de vida, se narra las circunstancias que tuvieron que vivir en aquellos duros años. El artículo cita que finalmente “la Diócesis de Asidonia-Jerez, recién creada, decide ceder a la cofradía el templo con la conclusión de rehabilitarlo para el culto divino”. Una escalada de trabajo denodado en la que “fueron múltiples las acciones llevadas  a cabo para hacer posible lo imposible. De esta época, es justo reconocer los esfuerzos del entonces hermano mayor, Juan Torreira Vaca, que dada su condición de arquitecto implementaba el compromiso adquirido con la Iglesia”. Además el artículo cita nombres históricos como Diego Ruíz Pérez. También el alcalde de la ciudad en aquel entonces, Pedro Pacheco, y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, en especial, su viceconsejero, Luis García Garrido. En el año 1988, gracias al trabajo de muchos hermanos anónimos y de muchas gestiones por parte de sus juntas de gobierno, el 22 de mayo, don Rafael Bellido Caro procedía mediante decreto a la consagración para el culto de la iglesia bajo la dedicación de la Santa Cruz y San Juan Evangelista.

El trabajo de la hermandad no acabó ahí sino que una vez rehabilitado el templo se ha seguido durante décadas trabajando en profundidad en la rehabilitación de este templo hasta el punto de recuperar un lugar histórico como es la Capilla de la Jura que se rescató en el año 2014. Si hoy en día este templo está abierto al culto es gracias a la labor de los cofrades de la Vera Cruz.  

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