El mundo de la música en la ciudad está, en cierta forma, de enhorabuena si se tiene en cuenta que un grupo de jóvenes músicos vienen trabajando desde hace algunos años en la recuperación de ciertas figuras de la música jerezana y su importante legado musical. Desde don Germán Álvarez-Beigbeder que cada vez es más estudiado y admirado por las nuevas generaciones hasta la figura de Andrés Muñoz Rivera. Este último nacido en Arcos de la Frontera en el año 1910 aunque vinculado a Jerez desde los seis años que es cuando llega a la ciudad.

La figura de Andrés Muñoz es muy importante sobre todo en el ámbito de las cofradías. Compuso marchas muy conocidas y que se suelen tocar en las calles tras los pasos de palio. Hoy, a partir de las 19 horas, tendrá lugar un concierto en San Juan de los Caballeros por la banda de ‘Maestro Agripino Lozano’ donde se tocarán marchas suyas. En este concierto se estrenarán hasta cinco composiciones que estaban inéditas y que gracias al empeño de estos jóvenes músicos se han podido recuperar.

Con tan solo seis años, Andrés Muñoz comienza a recibir en el hospicio sus primeras clases de música. Era inquieto y ciertamente la música le atrapó, quedando unido a ella de por vida. Pronto comenzaría a tocar el trombón en rondallas del barrio de San Miguel y así vendrían sus primeras composiciones. “Muy sencillas y escuetas, pero eran sus primeras notas creadas”, comenta su hijo Andrés Muñoz.

A los trece años sobresale entre los músicos de la banda del Soria 2 donde acude a un concierto y son los militares los que quisieron que se trasladara a Sevilla para iniciar su carrera musical. Desafortunadamente no pudo iniciarse por cuestiones familiares en la vida marcial y su vinculación con la música de manera profesional viene con su incorporación como bombardino 1º, en el año 1930, a la recién estrenada Banda Municipal de Música de Jerez, estando dirigida por don Germán Álvarez-Beigbeder. “De don Germán, mi padre siempre dijo que fue como su segundo padre”, comenta su hijo. Fue Álvarez-Beigbeder quien lo dio la formación para la composición y el dominio del piano —aunque ya de muy joven tocaba prácticamente todos los instrumentos—. La armonía y los secretos de la composición pronto propiciaron en Andrés Muñoz una importante trayectoria como compositor de distintos estilos. Durante toda su vida registró 144 obras en la sociedad de autores donde destacan zarzuelas, una suite con cuatro movimientos y un buen puñado de pasodobles entre música popular. Además colaboró con letristas de reconocido prestigio en la composición musical de zambras o boleros que llegaron a cantar artistas como Lola Flores. Hombres de la talla de Luis Gómez Gutiérrez-Otero, José Rivera Centeno o Ignacio Román.

Hombre de fe

Andrés Muñoz junto a su familia.

Sin ser un cofrade militante de las hermandades, Andrés Muñoz Rivera siempre fue un hombre de una gran fe. Piadoso y de creencias profundas. Así, ya en la década de los cincuenta, comienza a componer marchas de procesión entre las que destacan la 'Marcha Fúnebre Nº2', 'Camino del Calvario,' '¡Ha muerto un apóstol!' o 'Nuestra Señora del Desconsuelo', todas ellas casi inéditas y que se interpretarán esta tarde en el concierto antes comentado.

Tras dejar su plaza en la municipal de música y jubilarse en el año 1971, comenzó su etapa como docente, participando y llegando a ser hasta vicedirector de la escuela de música que formaba parte de la banda municipal. Fue un trabajador incansable y alternaba las clases con la composición y las colaboraciones con los distintos eventos y establecimientos de música en los que trabajó durante años tocando en orquestas.

Nuevas marchas

A partir de los años setenta deja de componer marchas de procesión. Fue Andrés Cañadas Machado quien en el año 1983 lo anima para grabar una marcha en los discos de ‘Así Canta Nuestra Tierra’ de la Caja de Ahorros. Es el año en el que compone 'Carrera Oficial' que será la sintonía hasta hoy del programa de Semana Santa de Radio Popular.

A partir de ahí nacen otras marchas como ‘Estrella Lasaliana’, ‘Paz y Concordia’ o ‘Candelaria’. Marchas muy conocidas y que actualmente se tocan tras los pasos de palio.

Su hijo afirma que Andrés Muñoz Rivera nunca hubiera pensado que dejaría un legado del cual se interesasen las futuras generaciones. Era un hombre de pocas palabras y muy sencillo en su forma de vivir. Ahora, con este concierto, se hace justicia con un músico jerezano de adopción que supo componer preciosos acordes para la Madre de Dios en los días de Semana Santa. Un homenaje más que merecido para el compositor de tan bellas piezas musicales dedicadas a Jerez y sus hermandades.