Así dice una sevillana de los Romeros de la Puebla dentro de una edición titulada ‘Semilla rociera’. Una sevillana que describe perfectamente la instantánea de nuestro compañero Manuel Mateo. Cuando vi ayer domingo a estos dos personajillos rocieros en la casa de la Hermandad de Jerez en este plan me quedé ‘embobao’. Imagino que Benito le ha transmitido a Álvaro esa afición por la guitarra. Estos rocieros tan jóvenes merecen que nos paremos a pensar lo importante que son y lo que representan ahí tan graciosos y disfrutando de la fiesta que tienen montada los dos.

No les hace falta de nada porque tienen lo más grande que una persona puede tener. Tienen la ilusión. El tesoro, el patrimonio más necesario para convertirse en los principales protagonistas del Rocío que, junto con La Virgen, son los garantes. Son los pilares de la romería de El Rocío vivida con la alegría y el respeto que merece. Esta fiesta mariana a la que el Papa Juan Pablo II cuando salió al balcón de la hoy día Basílica de El Rocío y vio a tantísimos cientos de miles de personas expresó : “ Ojalá todo el mundo fuera rociero”.