Semana Santa Jerez 2020

Cristo Resucitado se hace presente en la iglesia doméstica

  • La cofradía de la Catedral debería haber puesto broche de oro a la Semana Santa de 2020

Cristo Resucitado procesionando por las calles de Jerez.

Cristo Resucitado procesionando por las calles de Jerez. / Miguel Ángel González (Jerez de la Frontera)

El último día de la Semana Santa también queda tullido de alguna forma. El confinamiento en el que la población está sumida y la suspensión de las procesiones en estos días santos da al traste este domingo con la procesión de la hermandad del Resucitado cuya sede canónica se encuentra en la Catedral de Jerez.

Una hermandad y cofradía que pretendía sacar al ángel que irá en el conjunto escultórico de Ángel Arroyo y que acompañará a la imagen titular del gaditano Antonio González Rey. Ni habrá estreno en el reducto ni túnicas blancas y tampoco se podrá ver cómo prosiguen las labores de talla del canasto del Señor. La Virgen de la Luz quedará un año más en su capilla al pie de la nave del Evangelio y no sonará ni la agrupación musical San Juan ni la banda de música del Nazareno de Rota.

Llegamos por fin al final de este túnel amargo que los cofrades han tenido que padecer en este año que quedará para los anales de la historia y que será estudiado por investigadores e historiadores. El año en el que las procesiones no estuvieron presentes en las calles de toda España por mor del estado de alarma que tiene en vilo a medio mundo.

Pontifical en la Catedral

Hoy, a partir de las once de la mañana y en la soledad de la nave principal de la sede episcopal, monseñor Mazuelos Pérez celebrará junto a diáconos y acólitos la solemnidad de todas las solemnidades. Cristo ha resucitado. Y con esto sí que no ha podido ni siquiera el virus. Una celebración que será llevada a todos los fieles a través de la página de la Diócesis de Jerez en Facebook así como por el canal de Youtube. Y con esta posterior visita a la hermandad del Resucitado, se dará por concluida la Semana Santa hasta el año que viene.

La Semana Santa más amarga. La que nadie hubiera imaginado y todos deseaban que pasara. Una Semana Santa tan atípica que dejará aparcado a un lado esos balances que siempre se hacen en los días posteriores. Ni balance ni recuerdos. Todo ha quedado afortunadamente sepultado en el olvido y borrado de la retina de los cofrades.

A esta generación le ha tocado vivir unos momentos tan sumamente históricos que solo quedará la huella de lo que no pudo ofrecerse. Por tanto, quedan fuera de lugar hacer balances de la nada, ni tan siquiera publicar nuestro ‘cofradiómetro’ que cada año mide lo bueno y lo menos bueno de las procesiones.

Nada tiene sentido pues ahora toca esperar el tiempo de romerías que llega con la Pascua de Resurrección y que este año también quedarán suspendidas. Y cuando llegue Pentecostés, más de lo mismo. Los rocieros se quedarán con sus recuerdos mientras pasa un año en blanco sin romería. Muchos cofrades comentan que “parece una pesadilla de la cual vamos a despertar”. Si Dios lo quiere, 2021 vendrá con esperanzas renovadas. Ojalá sea así. 

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