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Selectividad 2020: todas las claves en el año del Covid

  • Más de 51.000 estudiantes andaluces se enfrentan a una prueba de acceso marcada por la crisis sanitaria del coronavirus, las nuevas normas y los cambios en la estructura de los exámenes.

  • Guía básica de consejos para selectividad

Selectividad en la Facultad de Derecho de Granada.

Selectividad en la Facultad de Derecho de Granada. / Antonio L. Juárez

Más de 51.000 estudiantes formarán desde mañana parte de la historia. La selectividad de las mascarillas (o, al menos, la primera selectividad de las mascarillas, con la esperanza de que sea también la última) se celebra en Andalucía los días 7, 8 y 9 entre los nervios propios de todo el que ha pasado y pasará por la famosa reválida y la incertidumbre ante la anómala situación generada por la presencia del coronavirus en la vida de los españoles.

Si, de por sí, la selectividad forma parte del particular bestiario estudiantil desde que se pone un pie en la ESO, la de este año pasará por ser la más peculiar de las que han sido. Para empezar, por las fechas. La PEvAU (o sea, Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad) ha cambiado de mes en Andalucía y meterá a miles de jóvenes en las aulas en pleno julio.

Para seguir: las normas de seguridad. Atentos, porque hay muchas.  La más importante: será obligatorio el uso de mascarillas higiénicas (como mínimo), mano estudiantes como profesores, vigilantes y resto de personal de los centros, que por cierto en esta ocasión se van a multiplicar porque las aulas tendrá como máximo un tercio de su aforo.

Normas frente a contagios

La comisión técnica creada el pasado mes de mayo por la Junta para diseñar precisamente las medidas de carácter sanitario y logístico a seguir en la PEvAU recoge una serie de consideraciones generales de prevención que deberán cumplir todas las universidades, así como recomendaciones de higiene relativas a las sedes, a la actividad en sí y a los aspirantes.

Cada universidad ha diseñado además sus propias reglas, pero entre las instrucciones concretas relacionadas con las instalaciones, se determina esta reducción de aforo, tratando de disponer el máximo de distanciamiento posible entre los estudiantes.

Para el caso de clases con bancadas escalonadas, y cuando sea posible, se aconseja dejar una fila intermedia vacía y situar los alumnos en forma de W respecto a la fila anterior y posterior ocupada. Propone la posibilidad, además, de que en cada jornada los alumnos ocupen la misma mesa y aula en los diferentes exámenes del día.

Todas las normas hay que comunicarlas mediante carteles u hojas informativas en los diferentes espacios de los distintos centros e, incluso, darles difusión mediante algún medio telemático.

Los centros deberán mantener una adecuada ventilación natural de las aulas varias veces al día, antes y después de su uso y durante los descansos de las pruebas. Si se usan ventiladores hay que complementarlos con una ventilación natural cruzada (ventanas abiertas), de forma que el flujo de aire generado no se dirija hacia las personas. Cuando sea necesario -o posible- mantener en funcionamiento equipos autónomos tipo split, hay que evitar que produzcan corrientes de aire y además deben ser limpiados y desinfectados periódicamente.

Se llevará a cabo un plan reforzado de limpieza y desinfección específico antes del día de inicio de la evaluación y también en los descansos de cada examen, con especial atención a mesas y sillas y otros elementos susceptibles de un mayor contacto. No habrá una zona de descanso común, sino que deberán disponerse de varias de forma que permitan el distanciamiento físico, preferentemente en espacios abiertos (y con sombra, claro).

Tampoco se pueden abrir las cafeterías, ni habrá fuentes de agua. Lo que sí habrá serán dispensadores de geles hidroalcohólicos o desinfectantes a la entrada del centro y en las aulas. Los alumnos deberán usarlos antes de entrar. No se podrán compartir objetos y, por supuesto, las mascarillas son obligadas.

Los exámenes

Entre tanta norma, tanta tensión y tanta calor, al menos los exámenes parece que serán más suaves. La Comisión Coordinadora Interuniversitaria de Andalucía, encargada de la organización de la selectividad, ha establecido un nuevo modelo de examen que constará de una única propuesta por asignatura, con un mayor número de preguntas para elegir. La decisión pretende garantizar la equidad para todo el alumnado.

En la práctica, en el examen de este curso desaparecen las dos alternativas de prueba a elegir que se venían ofreciendo en las ediciones anteriores, así que la única propuesta para esta convocatoria estará compuesta por un mayor número de preguntas con el fin de integrar los contenidos correspondientes a todos los bloques de cada asignatura. Los estudiantes podrán seleccionar qué preguntas responder, desechando aquellas que contengan temario no impartido este curso, permitiéndoles así poder alcanzar la máxima puntuación. Con este nuevo diseño se multiplican las posibilidades de responder correctamente.

La web del Distrito Único Andaluz ha publicado los modelos de exámenes (y el calendario) de las 24 materias que se evalúan en la prueba, a partir de los cuales se realizarán seis juegos de exámenes de la misma dificultad por cada asignatura. En cuanto a la duración de los exámenes, se mantiene como en cursos anteriores: 90 minutos para cada uno de ellos, con descanso entre pruebas consecutivas de, como mínimo, 30 minutos.

Las sedes

Para este curso, debido a las normas de aforo, las sedes se han multiplicado. En concreto, se han seleccionado 181 en toda Andalucía, entre facultades, centros adscritos e institutos. Son 67 más que el año pasado. LKa Universidad de Almería tendrá 16 sedes (tres en la capital y tres en la provincia); la de Cádiz, 21 (5 en la capital y 16 en la provincia); la de Córdoba, 38 (9 en la capital y 29 en la provincia); la de Granada, 29 (19 en la capital y 10 en la provincia); la de Huelva, 9 (7 en la capital y 2 en la provincia); la de Jaén, diez (5 en la capital y 5 en la provincia); la de Málaga, 24 (10 en la capital y 14 en la provincia); la de Sevilla, 30 (18 en la capital y 12 en la provincia); y la UPO, cuatro.

Estructura

La estructura de la selectividad tampoco cambia. Constará de dos fases, la de Acceso (cuya superación es obligatoria para acceder a la universidad) se compone de tres materias obligatorias: Lengua Castellana y Literatura, una Lengua Extranjera e Historia de España, a las que se suma una cuarta disciplina a elegir entre Fundamentos del Arte, Latín, Matemáticas II o Matemáticas aplicadas a la Ciencias Sociales. La nota máxima que se puede alcanzar en esta fase es de diez puntos y la puntuación obtenida, junto con la nota media del expediente de Bachillerato, configuran la nota de acceso.

Por su parte, en la Fase de Admisión, que es voluntaria para subir nota, los estudiantes se pueden examinar de hasta cuatro disciplinas, aunque únicamente se computará la nota de dos de ellas. Son elegibles cualquiera de las 24 materias que componen la PEvAU a excepción de Lengua Castellana y Literatura e Historia de España. La nota máxima a alcanzar en esta fase son cuatro puntos. Con la nota obtenida, los estudiantes podrán solicitar cualquiera de las 49.448 plazas de grado que se ofertan en el Distrito Único Andaluz para el próximo curso.

En total, las universidades andaluzas acogerán a 51.479 aspirantes. 11.060, de la Universidad de Sevilla, 9.129 de la Universidad de Málaga, 7.439 de la UCA, 7.128 en la Universidad de Granada, 4.916 en la de Córdoba, 3.980 en Jaén, 3506 aspirantes en la Universidad de Almería, 2635 en la UHU y, por último, 1.686 de la universidad sevillana Pablo de Olavide. Por sexo, ganan las mujeres: 30.125 frente 21.354 hombres. El pasado curso, realizaron la PEvAU un total de 43.358 personas.

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