Causa criminal

La declaración en exclusiva del asesino de Lardero: “A veces pierdo la conexión con la realidad”

El acusado durante la segunda sesión del juicio

El acusado durante la segunda sesión del juicio / Raquel Manzanares (EFE)

El acusado de agredir sexualmente a Álex y luego acabar a su vida ha comparecido durante más de 40 minutos en la Audiencia Provincial de Logroño.  

Durante su declaración, Francisco Javier Almeida ha reconocido que hubo acceso carnal pero ha contado que el menor lo hizo todo voluntariamente.

No obstante ha evitado aclarar cómo se produjo la muerte y dice que lo vivió todo como una nebulosa porque, según ha contado, había bebido mucho esa mañana. Ha comunicado que al salir de prisión se sentía muy aislado de la sociedad y algo desubicado. “Yo siempre estaba en casa conmigo mismo”, ha reconocido el agresor.

Respecto a los hechos ha aclarado: “no recuerdo exactamente, yo tengo ahí como una especie de algo nublado. Esa nube la voy teniendo yo siempre desde que salí de prisión”.

Ha contado que cuando él salió de la cárcel buscó un piso en esa zona desconociendo que había enfrente un parque infantil, pero ha reconocido que estando allí bajaba a veces a tomar el aire. “Es verdad que yo bajaba alguna vez al parque, pero no a ver menores”.

A la pregunta del fiscal sobre cómo procedió para que Álex entrara en su casa el acusado ha indicado que no sabía concretarle. “No sé qué decirle, es que hay cosas que no soy capaz de responder”.

Ha comunicado que él no pretendía actuar como lo hizo. “Yo, en principio, no tenía ninguna intención. Yo he perdido la noción de tener intenciones. Todo alrededor para mí es como una nebulosa”.

La reconstrucción de los hechos

En la reconstrucción del homicidio ha contado que “Álex empezó como a chillar y yo le eché las manos y ya ahí no sé lo que pasó”.

Después ha recalcado: “no es que lo asfixiase, perdió el conocimiento”. “No le puedo decir concretamente qué es lo que hice porque fue todo muy deprisa. Yo recuerdo que llevaba al niño en brazos, pero no es como están diciendo ahí, que era para esconderlo. Era porque, cuando sucedieron los hechos, algo se me encendió y cogí al niño con el fin de bajar a pedir ayuda”.

Almeida ha tratado de excusarse diciendo que ese día “empecé así con la bebida de lo mal que me sentía”, sin embargo un Guardia Civil lo ha desmontado porque cuando acudió a auxiliar a Álex el detenido no olía a alcohol ni se comportaba como si estuviera ebrio. Esto podría ser determinante en el juicio a la hora de determinar el grado de consciencia con el que actuó el individuo. 

Los agentes han querido recalcar la extrema violencia con la que tuvo que asfixiar al pequeño ya que éste tenía moratones en la boca cuando lo encontraron. A la pregunta del fiscal sobre lo que pasó esa tarde, Almeida ha tratado de explicar que a veces “pierde la conexión con la realidad”. Ha contado que no se podía relacionar de forma normal porque con el aislamiento de la prisión hay poca relación social. “Entonces, uno se hace su película ahí dentro”, ha dicho.

El encausado ha estado contestando a todas las preguntas que se le han planteado a excepción de la cuestión que le planteaba la abogada de la acusación, que le decía que no era la primera vez que mataba.

Estos hechos, que se suman a otros delitos que el acusado cometió anteriormente muestran cómo Almeida no es una persona reinsertable en la sociedad.

Tan es así que, en uno de los juicios por delitos anteriores, su propio abogado pidió que lo consideraran un criminal que volvería a matar. Cuando acabó con la chica de 30 años que trabajaba en una inmobiliaria en 1998, éste fue asestándole puñaladas por el mero hecho de causarle dolor, porque sabía que no serían cortes mortales.

El juicio ha continuado hoy con la declaración de cuatro policías que acudieron al lugar de los hechos y del padre de una niña que es el propietario del merendero en el que estaba Álex cuando Almeida se lo llevó.

El hombre ha contado que su hija los alertó a todos de que alguien se había llevado al pequeño. Por su parte los policías han comunicado que escucharon un grito y que se encontraron al investigado con el niño en brazos y con una actitud muy tranquila.

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