España estrenó 2023 con un impuesto al plástico pionero en la UE, el cual rechazaban hace unos meses los lobbys europeos del plástico, que llegaron a elaborar un informe en su contra, y obliga a las empresas a pagar 0,45 euros por kilogramo de plástico no reciclado.

Un mazazo económico inasumible para algunos y un importante hándicap para muchos sectores que ya han alzado la voz. A los supermercados se estima que adaptarse a la nueva situación les costará 30 millones de euros y a los consumidores les puede afectar en los precios de los productos y en la forma de consumir. 

Ha cambiado la forma de comprar, y va a seguir haciéndolo. Lo que antes eran bolsas y más bolsas para llevarnos la compra de la semana tiene visos de convertirse en compras más frecuentes para llevarnos lo que realmente necesitaremos con más premura en nuestros envases o tuppers llevados de casa.

Pero, ¿Qué podemos llevarnos al supermercado para meter nuestra compra a granel, sin ningún tipo de envasado o empaquetamiento? Estos son los envases y tuppers que podemos llevar al supermercado para reducir el consumo de plástico.

Envases "debidamente higienizados" 

Bolsas de supermercado

La norma queda bien clara en el Real Decreto 1055/2022, de 27 de diciembre, de envases y residuos de envases. Recipientes de plástico o de cristal, todos ellos reutilizables. Todos los establecimientos tendrán que aceptar los envases que lleven los consumidores, salvo una excepción. El artículo 9, epígrafe 3, de dicho Real Decreto explica que "todos los establecimientos de alimentación que vendan a granel alimentos y bebidas, deberán aceptar el uso de recipientes reutilizables (bolsas, táperes, botellas, entre otros) adecuados para la naturaleza del producto adquirido".

Eso sí, aclarando que esos envases deben presentarse "debidamente higienizados" y que "podrán ser rechazados por el comerciante para el servicio si están manifiestamente sucios o no son adecuados". El motivo es bien sencillo.

El supermercado no se responsabilizaría de posibles infecciones de los alimentos comprados y que posteriormente podrían representar una denuncia hacia su negocio cuando considera que no sería por el producto, sino por el envase en el que ha sido trasladado. 

Si bien es cierto que lo más cómodo es tener preparado el recipiente en casa y llevártelo a los establecimientos en los que compramos como algunos suelen hacer con el carrito de la compra, el Real Decreto también insiste es que tanto los comercios mayoristas como los comercios minoristas con una superficie útil para la exposición y venta al público igual o superior a 300 metros cuadrados tienen que asegurarse de tener disponibles envases reutilizables para el consumidor, aunque sean de pago.