La Navidad es una época realmente dulcera. La mayoría de sus productos típicos son azucarados y comienzan a consumirse desde mediados de noviembre, hasta algunos días después de que nos visiten sus majestades los Reyes Magos de Oriente. En la provincia de Cádiz tenemos varios de estos dulces navideños que no pueden dejar de probar cada vez que llegan estas fiestas y que son tradicionales en la mayoría de las mesas gaditanas. Productos que caracterizan nuestra forma de celebrar la navidad, con el dulzor que siempre le acompaña.

Por supuesto, el postre navideño por antonomasia en la provincia es el pestiño. Su elaboración es relativamente sencilla, y tiene al anís –también llamado matalahúva– como ingrediente fundamental para lograr su característico sabor. Dependiendo de la zona o de la casa, hay mil recetas para hacerlos. En algunos hogares bañan los pestiños en almíbar de miel y, en otros, en azúcar y canela. De igual forma, están riquísimos y los pueden encontrar en cualquier pastelería, aunque les recomiendo buscar la receta y probar con la elaboración artesanal.

Otro de los dulces navideños es muy típico en la capital y se le conoce como el pan de Cádiz –o turrón de Cádiz– una de las recetas más típicas de la gastronomía gaditana que cuenta, incluso, con su propia leyenda. Y es que se dice que su nacimiento se produce en la época del asedio napoleónico a la ciudad, utilizando almendras para compensar la escasez de harina de trigo. El maestro pastelero Antonio Valls Garrido le dio en la década de los 50 su actual forma, relleno de fruta escarchada y cabello de ángel y con apariencia de cofre. Un tesoro para el paladar.

Los roscos de vino son un producto más tradicional de Castilla-La Mancha y Málaga que de Cádiz, pero hay una forma sencilla de hacerlos más de nuestra tierra. Siendo uno de sus ingredientes fundamentales el vino dulce, qué mejor que utilizar un moscatel de Chipiona o de Chiclana o un Pedro Ximénez de una buena bodega de Jerez. Incluso hay quien ha optado por utilizar vino seco oxidativo como oloroso, amontillado o Palo Cortado para elaborarlos. Así alcanzan a ser dulces típicos de nuestra provincia en estas fechas.

El alfajor es un emblema de Medina Sidonia.

Tampoco podemos olvidarnos de los deliciosos alfajores de Medina. En diciembre, Medina Sidonia se convierte en lugar de obligada peregrinación. Dentro de su amplia gama de productos destaca el alfajor, originario y autóctono del municipio. Fue una sirvienta árabe quien introdujo la receta en el pueblo y el éxito inicial llevó a las Jiménez Trejo a montar su propia pastelería. Un establecimiento que pasó a la sobrina de estas y que hoy es el conocidísimo obrador Sobrina de las Trejas.

El alfajor –o alajur o alajú– en general consiste en una pasta de frutos secos molidos con miel y especias diversas, con presentaciones variadas. Especialmente en Medina, existe una IGP que protege la elaboración de estos famosos alfajores que deben contener los siguientes ingredientes: miel pura de abeja, frutos secos, polvo (harina y pan rallado) y especias (cilantro, clavo, matalahúva, ajonjolí y canela). En su elaboración tienen una ventaja frente a los polvorones y los mantecados y es que no se hacen al horno. Si se atreven, prueben a disfrutar en casa elaborando esta deliciosa receta. Si lo prefieren, dense una vuelta por Medina Sidonia que, además de ser un pueblo de la provincia realmente bonito y espectacular que aúna vestigios de diferentes culturas, tiene una gastronomía especialmente navideña inigualable.

Por otra parte, a pesar de no ser patrimonio exclusivo de Cádiz, también pueden encontrarse en la provincia polvorones y mantecados de primera categoría. El polvorón es un dulce elaborado con manteca, almendras molidas, harina y azúcar, aromatizado con canela o limón; el mantecado cambia la almendra por la clara de huevo, añadiéndole una mayor consistencia. En varias pastelerías de la provincia y obradores se pueden encontrar. Aunque, lógicamente, Medina Sidonia sigue siendo principal punto de encuentro, también los hay muy buenos en algunos obradores de Sanlúcar de Barrameda.

En cuanto a polvorones y mantecados, les recomiendo disfrutar los que elaboran las monjas en los conventos. Suelen estar muy bien de precio y, prácticamente, son todos artesanales. Se puede apreciar la tradición de, año tras año, elaborando este tipo de dulce navideño cuando se acerca el último mes del año.

Finalmente, otros de los dulces que suelen repartirse en zambombas y son típicos en la provincia son las rosquillas, una receta dulce, frita u horneada, hecha con distintos tipos de masa: desde una, más o menos esponjosa, hasta masa hojaldrada. Suelen ser rociados con azúcar, al igual que los típicos buñuelos, que se disfrutan con chocolate, aunque son menos comunes en las comidas familiares.

En definitiva, la provincia de Cádiz tiene una amplia variedad de productos navideños para disfrutar de su dulzura en estas fiestas. Destacan por encima de todos los pestiños y los alfajores. Dulces que no faltan en cualquier mesa de estos encuentros festivos.