La patronal de los centros educativos católicos de Andalucía ha acusado este miércoles a la Consejería de Educación de discriminar a la enseñanza concertada tras conocer que en la red de centros públicos se consolidará el 23,65 por ciento de los puestos creados con motivo de la pandemia de la covid.

“Mil nuevos profesores en la red pública frente a cero en la privada concertada”, ha denunciado en un comunicado, en el que acusa a la Consejería de Educación de “profundizar en la discriminación histórica practicada por el PSOE y que el actual Gobierno prometió revertir”.

Asimismo, ha mostrado su decepción por la intención de la Consejería de Educación “de denegar en bloque las más de sesenta solicitudes de concierto de Bachillerato presentadas por los centros de la red concertada y los que han hecho el esfuerzo de implantar el Bachillerato Internacional, una exclusión que supone otro incumplimiento radical de los compromisos electorales”.

Se ha quejado también del “nulo avance” en la concertación de unidades de Infantil en colegios con línea quebrada, así como los “paupérrimos progresos” en relación con la concertación de unidades de Formación Profesional Básica y Ciclos Formativos, así como las unidades de apoyo a la integración (para atender a los alumnos con necesidades especiales).

La organización Escuelas Católicas de Andalucía (ECA), que agrupa al 70 por ciento de la educación concertada, con 400 centros y 225.000 alumnos en Andalucía, ha asegurado que ha perdido toda la confianza en la Consejería de la Educación, por lo que ha hecho un llamamiento al presidente de la Junta, Juanma Moreno, para que “tome cartas en el asunto”.

El balance que hace la patronal de los centros católicos sobre esta legislatura es que la política educativa en Andalucía “sigue siendo, con otra marca, la misma de siempre, de modo que, al menos en lo que se refiere a la igualdad de financiación y libertad de elección de las familias, todo sigue igual”.

“Hemos sido pacientes y dialogantes, entendemos las dificultades que se han vivido, pero mientras a los centros de titularidad pública se les conceden todas las demandas y se les aumentan las plantillas, a los centros concertados se nos niega el pan y la sal, y así ya no podemos conceder credibilidad a las buenas palabras, porque obras son amores y no buenas razones”, ha remachado.